Así como la educación menstrual se va extendiendo poco a poco en diferentes países del mundo, de igual manera se han ido recuperando algunas tradiciones antiguas femeninas como es el caso del ritual Sembrando la Luna.
Este ritual, también llamado Siembra de la Luna, celebra y honra la sangre menstrual por ser un símbolo de vida y fertilidad. Es un acto ceremonial inspirado en tradiciones ancestrales pertenecientes a culturas indígenas en el que las mujeres entregaban la sangre menstrual a la tierra como ofrenda de vida.
El ritual de Sembrando la Luna se consideraba un acto sagrado de carácter espiritual en el que las mujeres celebraban su conexión con la naturaleza pero al mismo tiempo esta ceremonia tenía una función práctica: la sangre es un poderoso fertilizante natural que nutre la tierra y las plantas.
La luna como parte del nombre de este acto ceremonial se explica por el vínculo que existe entre las fases de la luna y las fases del ciclo menstrual pues se encontraba una relación entre ellas, de tal manera que la fase menstrual coincidía con la luna nueva; la fase preovulatoria, con la luna creciente; la fase ovulatoria, con la luna llena; y la fase premenstrual, con la luna menguante.
A pesar de que hoy en día no todas experimentamos las fases menstruales en coincidencia con las fases lunares, coloquialmente es común escuchar que se le llame luna a la regla.
Para realizar el ritual de Sembrando la Luna puedes elegir entre dos opciones: hacerlo a solas en casa o asistir a un evento en el que se reúnan un grupo de mujeres para llevar a cabo la ceremonia de manera grupal.
Sea cual la opción que elijas estos son los pasos que debes seguir:
1. Recopila tu sangre menstrual: para hacer esto debes olvidarte de las tollas higiénicas plásticas y de los tampones, lo más indicado es comenzar a usar la copa menstrual, que te permite recoger tu sangre.
2. Escoge el lugar en el que realizarás el ritual: puede ser el jardín de tu casa o las macetas que tienes al lado de la ventana de tu cuarto.
3. Agradece antes de sembrar tu sangre: susurra o pronuncia en voz alta una frase de agradecimiento a tu ciclo menstrual por permitirte experimentar los cambios corporales, mentales y emocionales de cada fase menstrual y, con ello, darte la oportunidad de conocerte mejor a ti misma.
4. Siembra tu sangre: mezcla la sangre que has recopilado en tu copa menstrual con un poco de agua y echa la mezcla en tu jardín o en tus macetas. Con el paso de los días podrás ver cómo tus plantas crecen fuertes y hermosas.
Algunas mujeres optan por incluir en este ritual, además de la siembra de la sangre, el uso de la misma con fines cosméticos o artísticos: como loción para regenerar la piel del rostro o como materia prima para realizar pinturas.
Sembrar tu luna es una manera de desarrollar una nueva perspectiva sobre tu ciclo menstrual y romper con el tabú de la regla que nos enseña que nuestra sangre menstrual es sucia y desechable.