Uno de los motivos más notorios del tabú de la menstruación es la creencia de que la sangre menstrual es sucia y, por lo tanto, no debe ser mostrada tal como ocurre en los anuncios publicitarios de toallas higiénicas.
Ese asco que produce la regla explica ha creado un silencio tan grande en torno a la menstruación que la mayoría de nosotras ignora cómo funciona este proceso natural de nuestros cuerpos y, por supuesto, nos avergonzamos de menstruar o maldecimos nuestra suerte por sangrar una vez al mes.
Sin embargo, en diferentes partes del mundo cada vez son más las mujeres que usan la sangre de la regla para hacer obras de arte en un intento por romper el tabú de la regla, por visibilizar y revalorizar la sangre menstrual y por mostrar que la menstruación es algo de lo que debemos sentirnos orgullosas.
La sangre menstrual está compuesta de dos sustancias: sangre y endometrio. Este último constituye la piel interna del útero y su función es recibir y nutrir al óvulo fecundado. Cuando no ocurre la fecundación, expulsamos el endometrio a través de la sangre menstrual.
Estas dos sustancias que componen la sangre menstrual son fundamentales para la gestación de un nuevo ser humano por eso resulta incomprensible que produzcan tanto asco si se trata de nada más y nada menos que las fuentes de vida necesarias para que la raza humana siga existiendo.
Pero lamentablemente ni en casa ni en el colegio nos enseñan a ver la sangre menstrual de esa manera y entonces desde niñas vivimos con la vergüenza como marca distintiva de ser mujeres y de menstruar.
La buena noticia es que en los últimos años han surgido una serie de artistas dispuestas a reivindicar la regla a través de obras de arte en donde la sangre menstrual es la materia prima para celebrar la menstruación.
Entre las representantes del arte menstrual podemos destacar a Julia Larotonda, conocida como Juliaro, una argentina que usa su propia sangre para dibujar imágenes de mujeres, diosas y elementos de la naturaleza como la luna, el sol y los árboles.
La neoyorkina Vanessa Tiegs también realiza pinturas con sangre menstrual pero prefiere crear con ella figuras abstractas en las que la textura y la plasticidad del sangrado son lo primordial.
En Rumania la diseñadora gráfica Timea Páll se centra en el proceso de ovulación que forma parte del ciclo menstrual pero también usa su sangrado para hacer autorretratos con los que busca dar cuenta de la importancia de conocer en qué consiste tu menstruación para poder conocerte mejor a ti misma.
Si hablamos de proyectos colectivos de arte menstrual podemos mencionar la exposición Fluir en tinta roja que se llevó a cabo en México en 2017 y fue coordinado por Yaredh Marín. En dicho proyecto se expusieron 27 piezas de arte menstrual creadas por diversas mujeres que usaron su sangre menstrual para plasmar el poder de creación y transformación que la regla representa —o, mejor dicho, debería representar — para todas nosotras.