Cuando decidí escribir mi libro Hoy tengo ganas de mí. 7 historias de masturbación femenina lo hice porque me di cuenta de tres grandes beneficios que la masturbación tenía para mí.
Si bien es cierto que sólo hace falta un motivo para masturbarte: el placer que sientes al hacerlo, hay otros tres motivos más que deberías tener en cuenta.
Estoy convencida que la masturbación promueve tres cosas en las mujeres: el autoconocimiento, la autonomía y la autoestima. Junto con el autocuidado, yo le llamo Mis autos favoritos a estos cuatro elementos porque son los pilares de todo lo que hago en mi vida.
Me encuentro en un aprendizaje constante para alcanzar un mayor conocimiento de mí misma, para ser más autónoma, para mejorar mi autoestima (y, por supuesto para cuidar de mí misma). No podría haber descubierto ninguno de estos autos si no fuese por la masturbación.
Así que si tú también quieres desarrollar tu autoconocimiento, tu autonomía y tu autoestima es hora de poner manos a la obra y masturbarte sin culpa, sin miedo y sin vergüenza.
El autoconocimiento consiste en conocerte a ti misma, lo cual te permite reconocer y comprender quién eres y eso es esencial para aprender a valorarte.
En el campo sexual, la masturbación te brinda un conocimiento de primera mano sobre tus gustos y preferencias sexuales y te permite descubrir tus zonas erógenas.
A través del autoerotismo conocerás la manera cómo te gusta ser estimulada, qué tipo de caricias o besos son los que te excitan y qué palabras te gusta decir o escuchar durante el sexo.
Hay que tener en cuenta que la práctica regular de la masturbación tiene entre sus beneficios el que se incremente la calidad e intensidad de tus orgasmos. Ese es el resultado de explorar cada rincón de tu piel como si se tratase de un territorio desconocido —eso es precisamente lo que para muchas mujeres es su propio cuerpo: un desconocido— que no te cansas de recorrer una y otra vez.
La autonomía significa tomar tus propias decisiones sin dejarte llevar por la presión o la expectativa de alguien más, lo cual es esencial para vivir en libertad.
La masturbación promueve la autonomía porque te permite disfrutar del sexo sin la presencia de nadie más. Por eso yo le llamo a la masturbación sexo a solas y al encuentro sexual con alguien más le llamo sexo compartido.
Ambas prácticas son actividades sexuales, la única diferencia es que una la realizas en soledad y la otra en compañía.
El poder sentir placer sin tener la necesidad de recurrir a nadie más te da autonomía sexual. Esto es sumamente importante para todas las mujeres, pues nos han acostumbrado a ser dependientes de otra persona siempre.
No debes depender de tu pareja, tu amante o tu compañero(a) sexual para sentir placer, debes sentir placer cuando quieras, como quieras y con quien más quieres, o sea contigo misma.
Tener una buena autoestima significa aceptarte tal como eres, con tus cualidades y tus defectos, por eso es necesario ser amable y cariñosa contigo misma.
La masturbación implica sentir un deseo sexual por ti misma y eso cambia la perspectiva que tienes de tu propio cuerpo. Sentirte a gusto con tu apariencia física es esencial para disfrutar del sexo tanto a solas como en compañía.
El darte placer a ti misma cambia la autoimagen corporal que tienes de ti y en una sociedad que nos ha enseñado a odiar nuestro cuerpo, descubrir el deseo que sientes por la mujer que está al otro lado del espejo es realmente revolucionario.