¿Compartir la contraseña del teléfono celular es la nueva prueba del amor? ¿Es un tema de machismo, de celos, de posesión o puede ser un acuerdo de pareja? El psicólogo Manuel Saravia, del Instituto Guestalt de Lima, nos brinda una explicación profesional sobre el tema
El especialista señaló que no existe una regla general que deba ser compartida por todas las parejas, porque mientras unas piensan que el derecho a la intimidad es lo más importante, para otras la confianza entre ambos se traduce en compartir todo.
“En la relación de parejas lo que tiene que haber es acuerdos, y ambos tienen que sentirse bien. Los dos tienen que querer y creer en lo que están haciendo”, manifestó.
Saravia sostuvo que cada persona trae sus propios mapas de creencias, valores e inquietudes en base al aprendizaje que recibieron de sus padres.
En esa línea, el experto dijo que el problema surge cuando una de las partes de una pareja no está de acuerdo en mostrar el contenido de los mensajes que le llegan a su correo electrónico, su WhatsApp o su messenger.
“Hay personas que van a decir que eso es mi intimidad. Es más, lo pueden mostrar, pero ya queda el malestar de la desconfianza. Y si no confías en mí, ¿qué haces conmigo?”, comentó.
En tal sentido, Saravia dijo que toda persona tiene derecho a la intimidad, a lo personal y privado, porque incluso busca proteger a amistades o familiares que comparten su intimidad en temas laborales o personales a través de mensajes que envían al celular.
“Una cosa es tu vida personal, pero qué pasa con los aspectos de tu familia o de amigos muy cercanos que te confiaron información”, anotó.
Saravia aclaró que compartir información personal como señal de confianza no es un tema que tenga un 100% de consenso, porque eso va a depender de los valores y las creencias de cada persona.
En caso de descubrir un mensaje en el celular de la pareja que pueda interpretarse como una infidelidad, Saravia recomendó aclararlo de manera inmediata porque podría ser un mal entendido.
“Mal haríamos con quedarnos con eso ahí guardado y buscar la sinrazón. Hay que buscar aclararlo y enfrentarlo. Hablarlo abiertamente y buscar resolver el problema”, recalcó.
Sostuvo que las personas que desconfían más son aquellas que son celosas, psicopatológicamente paranoides que desconfían de todo el mundo, y pueden ser hombres o mujeres.
“Y los celos no tienen que ver solamente con un tema de infidelidad. Hay también los celos de posesión, de control. Por ejemplo, una persona siente celos de la familia de origen de la pareja. Tengo celos de tu mamá, de tu hermana, de tu hermano, hasta del perro. Lo quieres más al perro que a mí, suelen decir”, refirió.
El especialista reveló que a las consultas clínicas llegan casos donde generalmente son los hombres entre 18 y 35 años de edad son los más celosos, controladores y con personalidades obsesivas.
“Se fijan hasta en el detalle mínimo, ¿por qué te ponen tanto like?, ¿quiénes son tus amigos de Facebook?. Los jóvenes suelen ser más impulsivos”, señaló.
Explicó que este tipo de conductas pueden ser el resultado de una experiencia negativa y dolorosa que esa persona tuvo en el pasado con una pareja anterior, o un problema de infancia que le genera esa inseguridad.
“Hay una parte que es biológica y hay una parte que es aprendida. Hoy en día más cosas de lo que imaginamos son hereditarias”, subrayó el especialista.
Con información de Andina.