Cuando sufrimos una infección vaginal lo más común es que nos recomienden óvulos vaginales hechos a base de químicos y cuya efectividad es rápida pero pueden tener efectos secundarios negativos para nuestro cuerpo.
Frente a esto surge una alternativa natural que nos permite sanar cualquier molestia vaginal: son los óvulos florales, los cuales puedes preparar tú misma en la comodidad de tu hogar.
Es importante tener en cuenta que sanar usando el poder curativo de las plantas medicinales es una opción sencilla, económica y que tiene múltiples beneficios para tu salud sexual.
Los óvulos florales son de uso medicinal y se aplican directamente en la vagina para tratar diferentes tipos de dolencias, desde infecciones comunes hasta infecciones de transmisión sexual (ITS).
Para prepararlos se emplean flores o plantas como la caléndula, la sábila, el nim, entre otros, dependiendo del malestar que aqueje a una mujer porque cada planta medicinal tiene una determinada propiedad antiséptica, antibacterial o antifúngica que ayuda a sanar el cuello uterino, la vagina y la vulva.
El poder sanador de los óvulos florales sirve para curar infecciones por hongos como la candidiasis, infecciones de transmisión sexual como el herpes, la clamidia, la gonorrea y el virus del papiloma humano (VPH), infecciones urinarias como la cistitis, o infecciones producidas por desequilibrios hormonales como la vaginitis, inflamaciones como la vaginosis y cualquier tipo de irritación o reacción alérgica.
Según Amaryllis Kesch, herborista autodidacta que dirige talleres de medicina natural a través de su proyecto La Ama, son varios los beneficios de los óvulos florales comparados con los hechos en base a químicos: “si bien es cierto que los óvulos químicos, como los que contienen clotrimazol, tienen un efecto rápido, también es común que la infección se repita varias veces luego de un tratamiento. Sin embargo, con los óvulos florales el tratamiento puede ser un poco más largo pero el efecto es prolongado y hay menos probabilidades de que la infección retorne. Por ejemplo, en el caso del clotrimazol encontramos su equivalente en la naturaleza: es la caléndula, que cumple la misma función que ese químico”.
Otro beneficio es que los óvulos florales no tienen efecto secundario mientras que los componentes de los óvulos químicos pueden provocar que la mucosa de la vagina se deteriore y debilite, también en algunos casos producen un desequilibrio en el ph vaginal, lo que a su vez hace que las bacterias y los hongos se vuelvan resistentes.
Los óvulos florales, por el contrario, no sólo restablecen el ph vaginal, que es el sistema de defensa femenino contra la contaminación externa; sino que también hidratan la vagina por lo que son recomendables en caso de sequedad vaginal, que suele presentarse comúnmente durante la menopausia.
Esta receta que Kesch nos comparte generosamente es ideal para realizar una limpieza regular de la vagina pero también sirve para casos de inflamación como la vaginosis y también para aliviar los cólicos menstruales.
Los óvulos se usan durante 3 a 5 noches y una debe colocárselos antes de dormir mientras está acostada en la cama. Para que su efecto sea óptimo deben permanecer dentro de la vagina durante 12 horas, tras lo cual ya se han disuelto completamente gracias al calor del cuerpo.
Para un tratamiento más efectivo es recomendable tomar mucha agua y mantener una dieta rica en jugos verdes y sin azúcar ni harinas refinadas ni alcohol.
Los óvulos florales no se deben usar durante el embarazo ni durante la menstruación, tampoco son recomendables en niñas menores de 15 años porque ellas todavía no tienen desarrolladas completamente las paredes vaginales. También es importante señalar que si estos óvulos se van a usar para aliviar cólicos menstruales deben emplearse dos o tres noches antes de la llegada de la menstruación.
Ingredientes:
50 ml de aceite de caléndula
25 ml de aceite de manayupa
25 ml de aceite de flor blanca
5 gotas de tintura de tomillo o romero
7 gramos de cera de abeja
3 gramos de manteca de cacao
Preparación:
- Se coloca la cera de abeja a baño María y luego se añade la manteca hasta que se fundan.
- Hay que agregar los aceites de caléndula, manayupa y flor blanca y remover con cucharita de palo.
- Luego se apaga el fuego y se agregan las 5 gotitas de tintura de tomillo o romero.
- Colocar el preparado en moldes pequeños de silicona tal como los que se usan para hacer chocolates.
- Se deja enfriar y cuando estén listos se pueden introducir vaginalmente.
Sandra Campó es escritora y educadora sexual. Autora del libro HOY TENGO GANAS DE MÍ: 7 historias de masturbación femenina y creadora del blog SASÁ. Desde 2015 realiza talleres de educación sexual para mujeres en diversos espacios de Lima.