Las relaciones tóxicas son un gran problema, ¿quién no tiene un familiar o un amigo que está totalmente inmerso en una relación que ni le conviene ni le hace feliz ?
¿El problema? La otra persona no lo ve y no hay manera de hacérselo ver. Esto es muy frecuente y de hecho es probable que nos pase a nosotras mismas, son estas relaciones de las que al salir decimos: ¡Menos mal que al final salí y lo he superado!
Paradójicamente las relaciones tóxicas son de las que más nos cuesta salir y que más enamoradas creemos estar.
Así que aquí te compartimos ocho consejos de psicólogos para que dejes esa relación tóxica.
Hay que identificar la toxicidad para poder salir de ella; no escapar sino hacerle frente. Gracias a esa toma de conciencia como observador externo podemos ver las cosas de otra manera.
Aunque parece obvio alejarse de las relaciones tóxicas, no siempre es tan sencillo. Muchas veces se trata de alguien con quien existen lazos de lealtad, trabajo o afecto de por medio.
Encuentra una manera de equilibrar lo que sientes con lo que es bueno para ti. Las razones menos saludables para mantenerse son la costumbre o familiaridad con la persona.
Todos somos libres de 'cerrar la ventana' de nuestra mente al ruido del exterior. Aunque nos bombardee con mensajes letales, tenemos la capacidad de protegernos y cerrar nuestra mente a esa información.
Potenciar los recursos que cada uno tiene, realizar actividades que refuercen nuestras aptitudes y habilidades, buscar nuevos entornos más saludables donde se aprecien nuestras cualidades.
Y sobretodo, primero debemos de amarnos y pensar en nosotras, para poder tener una relación sana.
Cultivar los vínculos afectivos verdaderos y las relaciones sociales basadas en valores. Fomentar la interdependencia y una buena red de amistades.
Abandonar la autointoxicación, ese diálogo interior que repite una y otra vez los mismos mensajes negativos sin ofrecer nunca una salida.
Hacer cosas por los demás o implicarse en proyectos solidarios es una buena forma para salir de uno mismo y nuestra propia 'desgracia'. Además, ayudar a otras personas que sufren es bueno para relativizar.
En ocasiones, sobretodo cuando las consecuencias afectan a la salud, hay que abandonar las situaciones contaminantes. Pero no lo tomes como una derrota, hay momentos en que una retirada a tiempo es una victoria.