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19 Mar 2019 | 17:05 h

Sandra Campó: "Masturbación femenina, el placer en tus manos"

Sandra Campó se autodenomina “pajeróloga” y dedica sus días a promover la exploración, el placer y la salud sexual femenina. Por eso, es una de las galardonadas de los Premios Wapa 2019. Conoce su historia.

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    Todo empezó cuando, hacia los 30 años, redescubrió el inmenso placer y los beneficios que le generaba la masturbación. Se hizo experta en el tema y pronto empezó a ofrecer talleres para compartir su experiencia y promover que más mujeres exploren su cuerpo y gocen de su potencial sexual.

    Además publicó el libro Hoy tengo ganas de mi. 7 historias de masturbación femenina, que incluye textos íntimos autobiográficos, entre los cuales se encuentra el suyo. La publicación es una disruptiva reivindicación del derecho de las mujeres a disfrutar y querer su propio cuerpo y sentirse bien consigo mismas, más allá de la sexualidad en pareja.

    Si bien dice que “más que poder da bienestar” a las mujeres con las que trabaja, lo cierto es que su labor conlleva a la autonomía y al empoderamiento femenino, pues no solo ofrece orientación para el autonocimiento sexual, sino que también rompe tabúes y prejuicios y, con ello, desmonta sutiles formas de control sobre el disfrute de las mujeres. Su lucha, en suma, es contra las mentes conservadoras.

    Provocadora y extremadamente honesta, es una de las galardonadas en los Premios Wapa 2019. Conoce su historia.

    ¿Cómo empieza tu historia con estos temas?

    Toda mi aventura como “pajeróloga”, que es como me denomino, comenzó en el 2015 cuando publiqué mi libro Hoy tengo ganas de mí. 7 historias de masturbación femenina, que es un libro que recopila testimonios reales de mujeres que me cuentan por qué, cómo, cuándo y qué les hace sentir masturbarse. Toda la experiencia masturbatoria al detalle. La idea del libro surgió por mi propia experiencia pues yo me había dado cuenta que la masturbación tenía un montón de beneficios en mí.

    ¿Cuáles son los ejes de tu libro?

    El libro venía con una hipótesis detrás: que la masturbación promueve en las mujeres el autoconocimiento corporal; es decir, conocer sus zonas erógenas. Comienzan a conocer cómo les gusta ser acariciadas sensual y sexualmente. Otro beneficio es que promueve la autonomía sexual, cuando las mujeres pueden sentir orgasmos por ellas mismas sin necesidad de nadie más. Y, finalmente, otro beneficio, es la autoestima individual, el deseo por ti misma es lo que genera una auto percepción corporal distinta a la que las mujeres solemos tener, que casi siempre es negativa.

    ¿Tuviste que vencer algún prejuicio? ¿Lo hiciste de manera natural o sentías culpa?

    Yo tuve la suerte de tener una mamá que me dio educación sexual desde niña. Yo nunca tuve la idea del sexo como algo sucio o malo de lo que no se habla. Algo prohibido. Lo curioso es que la educación sexual que recibí llegó hasta cierto punto: mi mamá no me habló de masturbación. Y si bien nunca sentí culpa, el tema de la masturbación lo mantuve para mí por mucho tiempo, en mi intimidad.

    ¿La sexualidad de las mujeres es un tabú?

    Lo que hace que la sexualidad de las mujeres sea tabú es que hay un silencio que lo cubre, nadie quiere hablar, y uno de los temas que son tabú es la masturbación femenina. Si tú no rompes ese silencio no hay manera que eso deje de ser tabú. Yo lo que hago en las dinámicas es que participen todas, que les permitan hablar.

    ¿Por qué crees que hay tanto tabú?

    El tabú tiene que ver con las instituciones que han creado falsas verdades sobre el cuerpo y el deseo de las mujeres. La psicología, la medicina y la Iglesia. La medicina insistiendo en el coito vaginal como fuente de placer sexual. La psicología patologizando la falta de placer de las mujeres cuando en realidad tenía más que ver con un error. El error es que no estabas conociendo bien tus genitales como para saber qué uso darle. El clítoris tiene 8000 terminaciones solo en su glande y 15000 por dentro. El clítoris solo sirve para dar placer a diferencia del pene que también sirve para orinar.

    ¿Alguna vez has sentido que los hombres han tenido este miedo o rechazo a que tú digas que te masturbas todo el tiempo? ¿A esta independencia?

    Los hombres le tienen miedo a una mujer que habla de sexo. Algunos se van corriendo y otros me lo expresan verbalmente. Me dicen: “Me siento intimidado, siento que me vas a estar evaluando todo el tiempo”. Y otros que se lanzan con el miedo y todo. Casi siempre son extranjeros, tienen otra mentalidad. Yo les digo lo que hago y para ellos normal. No hay nada sorprendente, es más, les parece interesante. Les llama la atención que ocurra acá.

    ¿El control del placer es una cuestión de poder? ¿Por qué es así?

    En realidad, todas las relaciones interpersonales son relaciones de poder. El poder está por lo general en manos del hombre (ojo, eso no quiere decir que se sientan bien pues el hombre también vive la sexualidad con mucha presión porque tiene la presión de hacer una buena performance, de tener una larga duración en el coito, de ser súper potente y de satisfacer a la mujer). Se cree que “él le va dar a ella el orgasmo” pero el orgasmo siempre es de una misma. El orgasmo es tuyo, es una reacción de tu cuerpo. Las mujeres tienen que ser como la guía de su propio orgasmo.

    ¿Sientes que se genera una especie de sororidad entre las participantes de tus talleres?

    Sororidad se usa mucho como esta hermandad entre mujeres, y es un término muy usado en empoderamiento, pero la idea del libro y los talleres surgió por algo que yo disfruto y quiero compartir con otras mujeres. Es como decir: Si yo siento placer, quiero que tú también lo sientas. Yo siento que más que poder les doy bienestar. Las chicas se van con una sensación de liberación. Al terminar los talleres las chicas vienen a abrazarme y a besarme. Es una experiencia colectiva.

    ¿Hay muchos prejuicios?

    Sí, muchos, muchos que afectan la autopercepción y por ende nuestra posibilidad de sentirnos a gusto con nosotras mismas. Por ejemplo, así como existen ideas del cuerpo perfecto, existe la idea de una vulva perfecta que debido a la pornografía que para muchos es nuestra educación sexual creen que una vulva bonita es una vulva rosada, sin pelos, con labios cortos mientras que en la vida real las vulvas son tan variadas como las mujeres. Cada vulva es como una cara, es única. No hay una vulva igual que otra. Todas deberíamos ver nuestras vulvas con cariño como deberíamos aceptar nuestra cara y nuestro cuerpo.

    ¿Si tuvieras que dar un consejo resumido a las chicas más jóvenes cual sería?

    Que no tengan miedo a explorarse, y si tienen miedo a explorarse, aun así háganlo. Porque ese miedo se va ir y lo que va a llegar a cambio de ese miedo es placer.

    Los consejos básicos para comenzar a masturbarse para mí son tres: El primero es que crees el ambiente, que busques un espacio en tu casa donde nadie te pueda interrumpir. Tienes que buscar la hora adecuada, la luz, la música que más te excita… Genera un espacio que te de confort y tranquilidad.

    Lo segundo es que no te rindas al primer intento. La masturbación es como aprender un idioma, no aprendes a la primera, sino con práctica.

    Lo tercero es hablar con otras chicas del tema, porque en la medida que hables con otras chicas de masturbación, el miedo, la culpa se les va ir yendo. Así estarás contribuyendo a que el tabú se rompa para todas, pero sobre todo se rompa para ti. Porque el deseo sexual de las mujeres funciona en la mente. Podemos tener influencia de las hormonas, pero nuestra mente y las represiones y las ideas falsas que nos han creado hacen que no nos masturbemos, que dependamos de otras personas para sentir placer.

    ¿Existe una forma correcta de masturbarse?

    Yo siempre digo que existen múltiples formas de masturbarse como mujeres existen. Cada una tiene su manera no hay una mejor que otra. Tú tienes que buscar la que mejor te funcione a ti. La más común es estimularse pezones y clítoris, es la forma mainstrean de masturbarse. Pero la otra es cruzar las piernas, la otra es cuando suben a la bicicleta en el gimnasio para hacer spinning y tienen orgasmos múltiples, uno tras otro. Otra forma es haciendo abdominales o con los pliegues de las sábanas. Luego está otra que creo es la forma que me parece más elevada, que es cuando no necesitas tocarte. La mujer solo piensa y tiene orgasmos, se imaginan algo y tienen un orgasmo. Yo les digo las pajeras jedi.

    ¿Qué piensas sobre el libro “Mujeres que corren con los lobos”?

    Este libro de Clarissa Pinkola Estés es un libro que recomiendo a todas las chicas en los talleres porque este libro lo que plantea es que existe dentro de nosotras una mujer salvaje que está atrapada o reprimida por toda esta sociedad y esta cultura que nos obliga a ser sumisas, nos enseña a ser calladas, obedientes. Para la autora que es una psicoanalista junguiana, esta mujer salvaje habita dentro de nosotras y lo único que nos falta es conectar con ella y para conectar con ella lo que utiliza ella en su libro es mitos tradicionales, que tienen enseñanzas muy profundas. Ella cuenta el mito y luego lo analiza de una forma psicoanalítica. Por eso estoy tan conectada con las lobas. Es un recordatorio personal de no perder ese contacto con nuestra mujer salvaje, con nuestra loba interior.