A veces la vida es difícil de entender, no logramos asimilar que esa persona que tanto amamos ya no está ni estará con nosotros. Y no porque dejó de amarnos, sino porque su vida en la tierra finalizó.
En este Día de San Valentín, queremos compartir con todos ustedes una carta para ese amor que está al otro lado del cielo.
“Te echo de menos.
Te recuerdo, hoy pensé en ti más que los otros días. Sé que odiamos los días festivos y que nunca recordábamos nuestra fecha de aniversario, siempre fuimos un desastre para esas cosas, pero era un desastre hermoso porque era nuestro.
He visto atardeceres hermosos, pero ninguno se compara con tus ojos. Para tu corazón tengo el más preciado atardecer, uno que tiene infinitos colores que se mezclan con tus ojos marrones y dentro de todo, estoy yo para abrazarte fuerte.
Se supone que conforme va pasando el tiempo tu ausencia tengo que ir asimilando, pero no sé por qué se hace más desmesurada el hecho de extrañarte que trago saliva para no quebrarme.
Te pienso, todo el tiempo, aunque no quiera hacerlo.
Camino a entrenar, corro, escucho música, ando con mi mejor amiga, veo una película, grabo audios en mi computadora, me entretengo editando, dibujo, leo, me río, salgo con amigas, escribo y en todas mis actividades, por lo menos un segundo te recuerdo, no entiendo por qué.
Te extraño, no tienes idea de cuanto lo hago.
¿Alguna vez han sentido que tu corazón ya no aguanta más y muere por ver a esa persona?
Que extrañas tanto a alguien que sientes que estas enloqueciendo poco a poco; que miras por todos lados de la calle y tratas solo de verlo a lo lejos, pero te das cuenta qué no está.
Ahora me siento así, nostálgica, te extraño, te extraño, así como extraño el rayo de sol en el invierno.
Extraño tu sonrisa, tu joda, tus besos, tú tan tú cuando estás conmigo.
Te extraño los domingos, sobre todo el momento cuando despierto y a mi lado no estás.
Extraño que envuelvas tus manos alrededor de mi cintura y que el mundo se detenga. Extraño escuchar tu voz y más que eso, extraño simplemente ese silencio que teníamos juntos.
No sé si nos volveremos a encontrar pero quiero que seas feliz, en cualquier momento y en todas las circunstancias. Debo confesarte que yo me enamoré perdida y profundamente, te llevas algo de mí en ti y siendo sinceros, no quiero que lo devuelvas, eso se queda contigo.
Te querré siempre y recuérdame de vez en cuando.”
Por Estrella Gonzales
Una conmovedora carta en el Día de San Valentín para un amor que ya no está fisicamente con nosotros, pero lo llevaremos para siempre en el corazón.