Existen muchas poses y técnicas sexuales que ayudan a las mujeres a lograr satisfactorios orgasmos. La verdad es que hay uno que no solo las llevará al nirvana del placer, sino también liberar tensiones.
¿Alguna vez has escuchado sobre el perrito vaginal? Y la verdad no es nada del otro mundo, se trata de la estimulación de los músculos de la zona pélvica y esa es toda la información que necesitas saber.
¿Por qué perrito vaginal? Casi todas las personas vinculan la palabra “perrito” con colocarse en cuatro durante las relaciones sexuales. Pero en este caso, se trata de la contracción de energía en la zona perineal y vaginal cuando la mujer llega a un orgasmo. No obstante, el hombre siente dicho espasmo que es muy parecido a la lamida de un perro, pero en el pene.
No importa en la pose sexual en la que se hallen. La clave está en la habilidad de contraer los músculos. Te preguntarás, ¿cómo hacerlo? Primero, puedes identificarlos al momento de toser fuertemente: ¡Sí esos que se mueven justo debajo de la pelvis”.
Cuando estos músculos están fortalecidos, las terminaciones nerviosas están más sensibles. Por esa razón, cuando hay penetración o masturbación, las sensaciones se intensifican.
Una cosa importante, es que los glúteos, los muslos y el abdomen también están incluidos. Es preferible que te informes sobre los ejercicios de Kegel, que claro, no te volverás una experta de la noche a la mañana, pero puedes empezar de a pocos. Comienza contrayendo los músculos de la vagina rápido y luego lento.
Recuerda que, cuánto más sepas de tu cuerpo, mejor. Así podrás guiar a tu pareja en las cosas que te gustan y ambos podrán llegar a intensos orgasmos.