¿Por qué ya no hacen tanto el amor? Esto no siempre está conectado con una infidelidad, en ocasiones la rutina y las actividades diarias pueden generar que no estemos en disposición para tener sexo con la pareja. El problema de la ausencia de relaciones sexuales aumenta con el estrés. Así lo determinó una investigación hecha en la Universidad de Gotinga en Alemania.
Cuando no hay sexo en la relación es motivo de preocupación, no solo porque nos alejamos de la pareja y dejamos demostrar pasión por el otro, sino también porque olvidamos sus beneficios: se descansa mejor, se tiene mejor ánimo y se maneja mejor el estrés.
Rutinas que no coinciden: las diferentes actividades pueden complicar los momentos de intimidad.
Los hijos: con la llegada de los hijos es más probable que estemos más pendientes de ellos que hacer funcionar la máquina del placer entre ustedes. Concentrarse mucho en ellos puede convertirse en un problema para los padres.
Problemas con el cuerpo: es importante cuidar nuestro cuerpo, cuidarlo es esencial. Algunos cambios en el cuerpo puede inhibirnos y sacar nuestras inseguridades.
Depresión: basta que un integrante de la pareja tenga un cuadro depresivo, para que el sexo se vea afectado.
El cansancio: dedicarnos al trabajo o estudio, más la preocupación por la casa y los hijos, suma mucha carga mental. Al final esto cansa también al cuerpo.
CONSEJOS PARA REVERTIR LA FALTA DE SEXO
Es importante conversa con la pareja y hacerle frente al problema.
Nos busquen culpables, esto es un tema que deben afrontar juntos.
Busquen soluciones concretas, coordinen sus horarios, hagan un plan de pago de deudas (si las hubiera) o dejen a los niños con algún familiar para que puedan tener una salida.
No se olviden de ser afectuosos, es importante que siempre se demuestren cariños, fomenten el momento de intimidad.