Cuando sentimos que estamos a punto de coger una gripe o resfriarnos, usualmente tratamos de abrigarnos y no salir de casa sobre todo cuando hace frío, pero lo mejor para restablecer la salud sería salir a caminar – en un día lluvioso- y dejar que la lluvia caiga sobre nosotros, según afirman investigadores de la Universidad de Oviedo en España.
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Los expertos lograron aislar y cultivar bacterias con capacidades terapéuticas en la lluvia, granizo y nieve, con la finalidad de descubrir nuevos medicamentos, que ayuden a contribuir con la mejora de la salud.
Según el estudio los microorganismos obtenidos de la lluvia, granizo y nieve recogidos de las ciudades Gloria Blanco y Oviedo, confirma que las bacterias podrían desplazarse para ser parte del ciclo hidrológico.
Los científicos que denominaron a estos microorganismos actinobacterias revelaron que los hallaron en ambientes terrestres y hasta en los océanos.
Los expertos proponen un modelo de dispersión de los microorganismos por tierra, mar y aire como lo es el ciclo hidrológico del planeta. Con ello, se desea crear aerosoles marinos que forman las nubes y que lleven consigo bacterias que luego serán diseminadas por los continentes y océanos de la Tierra.
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La importancia de esta investigación tiene el objetivo de hallar nuevos antibióticos y antitumorales a partir de hábitats naturales previamente inexplorados. De esta manera, se quiere solucionar el gran problema de las resistencias a los fármacos. Por ello, es necesario la búsqueda de nuevas moléculas.