Una de las sensaciones que alguna vez hemos sentido son los calambres, la cual se puede dar después de hacer ejercicio y que pueden ser muy dolorosos y durar de unos segundos a varios minutos, pero ¿por qué se originan?
Los calambres musculares se pueden originar por múltiples causas: agotamiento muscular por excesivo trabajo, calor, deshidratación, afecciones nerviosas o, las menos atendidas, carencias nutricionales, en especial, bajos niveles de minerales como el potasio o el calcio.
Sí, así como lo lees. Los calambres también se pueden originar por un desequilibrio electrolítico que puede deberse su pérdida excesiva a través de la sudoración, o porque faltan determinadas vitaminas que fortalecen y mantienen la estructura muscular en condiciones.
Por ello, en las siguientes líneas te mencionaremos una lista de la falta de los 4 principales minerales que pueden ser los accionantes de los calambres, señalados en el portal TN. ¡Atenta y toma nota!
Cuando existe una hipopotasemia o hipokalemia, se produce una contracción involuntaria de los músculos y aquí se presentan los dolorosos calambres. Las alteraciones en los potenciales eléctricos de membrana no logran establecer un equilibrio adecuado para determinar el reposo o la acción.
Aunque muchos crean que el calcio solo tiene como fin proteger los huesos, lo cierto es que este importante mineral también interviene en la transmisión del impulso nervioso que posteriormente produce la contracción muscular, lo cual puede causar la ausencia de relajación del músculo y producir un calambre.
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El sodio participa en la determinación de los potenciales de membrana, por lo tanto, una hiponatremia causada por pérdidas excesivas de sodio por sudor puede originar dolores musculares e incluso, llegar a un calambre.
El magnesio debe mantenerse en correcto equilibrio con el calcio, el sodio y el potasio para que el sistema neuromuscular funcione adecuadamente y se relaje cuando sea necesario para evitar los calambres.