El amor es un tema complejo. No existe una ecuación perfecta para tener una buena relación, sólo depende de cada parte que lo conforma para seguir o no adelante. Puede que ahora mismo estés con el amor de tu vida o con un turista emocional. Si tienes la suerte de estar con esa persona especial podrás identificarte fácilmente con cualquiera de los siguientes momentos, y eres de las afortunadas que al leer todo sentías como describían tu relación: ¡felicidades!. Tienes a tu lado a tu media naranja.
Nunca sentiste lo mismo antes
Así hayas tenido muchas o pocas relaciones, cuando estás con esa persona especial brotan en ti sentimientos que jamás antes habías sentido. Incluso, no pensaste que en algún momento podías ser tan feliz. Te sientes tan plena que a veces no puedes creer lo mucho que significa esa persona para ti, pero sabes perfectamente cómo logro quedarse en tu corazón.
Te brindó tranquilidad
Después de tantos malos ratos en tu vida sentimental, lo último que pensabas es que alguien llegará a calmar toda esa irá que llevabas dentro. No sólo te brindó su apoyo en momentos en los que nadie te tendía su mano, sino también le dio a tu alma esa tranquilidad que es tan difícil de encontrar.
Te ayudó a descubrir una mejor versión tuya
En esos precisos momentos en los que no te sentías bien contigo misma, en los que pensabas que no podías mejorar, llega esa persona a sacudir tu mundo y tus ideas. No sólo te muestra tus mejores virtudes, también te ayuda a pulirlas y a descubrir algunas que no imaginabas que tenías. No te presiona para que cambies, te deja mejorar con libertad.
No fue como pensabas
Cuando iniciaste tu relación no pensaste que iba a ser tan fructífera como lo es ahora. No tenías ni la más remota idea de que esa persona iba a ser tu compañero de vida, sino también tu mejor amigo y confidente. No, no fue como esperabas. Fue (y es) mucho mejor.
Eres tú al 100%
Ya han pasado muchas cosas juntos. No se trata de tiempo, sino de calidad y eso es lo que les sobra en su relación. Han estado tanto tiempo juntos que han llegado a conocerse más de lo que pensaban. Ya no hay vergüenza, ni pudor. Simplemente se muestran tal y como son. Saben cuáles son sus virtudes y defectos y han aprendido amarse sin límites. La esencia para ustedes es más importante que seguir cualquier patrón. Son dos almas libres que se aman sin temor.
Amas dormir a su lado
Ya no es algo carnal lo que los une. No es sexo o pasión desenfrenada lo que los mantiene juntos, sino esa calidez humana que saben no pueden encontrar en nadie más. Despertar a su lado es uno de tus momentos favoritos, porque sabes que después mientras para algunos todo se acaba en cuestión de una noche, ustedes se mantienen más juntos que nunca al día siguiente. Es un amor del bueno, un amor real.
Nunca te soltó
No significa que no te da tu espacio, al contrario, te deja ser lo más libre posible para que puedas seguir con tus sueños. Pero cuando te tomó por primera vez la mano, nunca más la soltó y te brindó su apoyo incondicional cuando te faltaban las fuerzas. Siguen juntos, siempre, sin necesidad de verse todos los días, pero sientes su presencia, su calor.
No lo espías
El amor ha sido muy importante en su relación, siendo secundado solo por la confianza. Ambos han sabido construir una relación basada en comunicación y confianza que no tienes la necesidad de seguir cada una de sus acciones en redes sociales.
Siempre estuvo ahí
A pesar de las discusiones, a pesar de las diferencias de ideas, él siempre se mantuvo ahí, contigo. Te apoyó en los momentos más importantes en tu vida, con su presencia, con un fuerte abrazo o unas palabras de aliento, siempre te inspiró esas ganas de seguir adelante. Es tu fan número uno, pero también el primero que corre a socorrerte cuando sientes que no das para más. Con una sonrisa, con una tierna mirada, él siempre estuvo al pie del cañón contigo.
Las palabras sobran
Aman hablar de cualquier tema en todo momento, pero cuando desean estar callados no se torna incómodo. Comprenden que hay tiempo para todo y el silencio los envuelve en un clima reconfortante. Si están en la calle o con amigos y no quieren hablar de más, con una mirada saben lo que quiere decirle uno al otro. No se necesita mucha ciencia para comprenderlo, necesitan mucho amor.