Diego Armando Maradona es el ídolo de muchos hinchas de fútbol; sin embargo, en vida, tuvo muchos excesos y fue noticias por constantes problemas fuera de las canchas. Uno de los más fuertes es el haberse metido con una menor de edad y haberla sacado de su país sin autorización de sus padres.
Mavys Álvarez, quien es de origen cubano, llegó a Argentina para declarar en una causa judicial contra el entorno del fallecido futbolista por supuesta trata de personas.
Álvarez, en el 2001, sostuvo una relación sentimental con Maradona cuando ella aún era una adolescente, pues tenía 16 años. La cubana lamentó que el padre de Dalma y Gianina se le tenga como ídolo en Argentina, mientras ella solamente ve a un hombre que "le robó la infancia", de quien también ha dicho la maltrató, la abusó y la metió al consumo de drogas y alcohol.
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"Es duro estar en su país, ver que está en todos lados, que es un ídolo y yo solo siento feo al recordar lo que él fue como persona. Dejé de ser una niña, me tocó quemar etapas de vida con él. Pasas de ser una niña a una mujer de golpe. Toda esa inocencia que yo tenía me la robaron. Tenía 16 años y ya estaba tomando, drogándome", contó.
La mujer de 37 años narró cómo fue que inició su fugaz romance. Ella reveló que cuando Diego Maradona estaba en Cuba en rehabilitación, él la vio y empezó a obsequiarle flores y regalos, pero todo cambió al poco tiempo, que incluso llegó a pensar en suicidarse.
"Yo me deslumbré, él me conquistó con flores, pero pasaron dos meses y empezó a cambiar todo. Yo lo quería pero lo odiaba también, llegué a pensar en suicidarme (...) Él me metió a las drogas y el alcohol, me ofrecía insistentemente cocaína hasta que accedí y me hice adicta", relató.
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"También sufrí violencia, una noche contesté el teléfono mientras dormía y enloqueció. Tomó el celular y lo lanzó contra la pared, me dio una bofetada y me empujó contra la cama, fueron muchos momentos violentos como ese", añadió.
"Diego no dejaba ir a mi mamá. Ella entra a la casa, sube a la habitación y empieza a tocar la puerta. A Diego le genera algún tipo de morbo. Yo quería abrirle la puerta y él no me dejaba. Me tapa la boca y me viola, él me viola'', continuó narrando.