Una madre busca desesperadamente cama UCI para su joven hijo con COVID-19. Él se encuentra internado en el hospital Arzobispo Loayza desde la semana pasada, mientras su estado de salud se agrava por culpa de la letal enfermedad.
Zeydi Rojas Castillejo narró que su hijo, José María Toledo Rojas, de 25 años y egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, tiene el 25% de los pulmones comprometidos.
“Estoy desesperada. No hay una cama UCI en el hospital Loayza y ellos tienen que hacer un petitorio para transferirlo a cualquier otro hospital. Desde el día martes mi hijo se está agravando cada día más. La COVID-19 no perdona”.
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Aunque su temprana edad resultaba un factor favorable, José María tiene sobrepeso. En una segunda tomografía arrojó un daño del 50% en sus pulmones, además, presenta arritmia cardíaca y una saturación de oxígeno cada vez más baja.
“Desde el fin de semana está con 15 litros de oxígeno y a un 94% de saturación. El tema es que una de las doctoras le diagnosticó que su frecuencia cardiaca respiratoria, o sea, el corazón, no le está funcionando bien. Es arrítmico. No tiene una buena frecuencia. Cada día se está deteriorando, su organismo se está complicando más”.
Esto ha provocado que José María necesite una cama UCI. Una doctora del hospital Arzobispo Loayza le comunicó a la señora Zeydi que ya se habían iniciado las gestiones para conseguir una, sin embargo, le están dando prioridad a otros pacientes.
“Media hora después de que la doctora me dijo que había hecho la gestión, me llamó una enfermera para decirme que no fuera, porque no tenían cama UCI. Mientras preguntaba qué ocurría, cinco personas ingresaron a las camas UCI antes que mi hijo, cuando se suponía que le habían dado la prioridad según lo que me dijeron. Hablo con él y me está pidiendo auxilio”.
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Ante esta situación, la ciudadana pide que se ordene una transferencia de su hijo hacia alguna clínica que pueda salvarle la vida. “Eso lo tiene que pedir el mismo hospital; no yo. ¿Quién me va a hacer caso a mí? Ninguno de los doctores lo hace. No sé qué están esperando hasta ahora”, expresa.
La señora Zeydi pide ayuda para José María, que seis meses atrás perdió a su padre a causa del coronavirus: “Su papá murió de COVID-19 en el hospital Rebagliati. (José María) es mi hijo, es el único que tengo. No voy a permitir que la muerte se lleve a mi hijo. Les ruego que puedan hacerme caso, que la ayuda no llegue cuando ya es tarde”, manifestó.