Los perros se ha convertido en un complemento ideal para las autoridades y es que son entrenados por años para realizar diversas labores de investigaciones como rastrear personas, drogas, armas, búsqueda o rescate de gente extraviada.
Y esta es la historia de un can llamado Riggs, quien tiene ya 5 años en el Departamento de Policía de Kenosha en Estados Unidos. Él se ha encargado de perseguir a sospechosos de diversos delitos, pero esta vez no todo salió como se esperaba.
Todo sucedió cuando los agentes de Kenosha se encontraban buscando a un sospechoso de homicidio que, tras asesinar a su víctima se quedó con su vehículo, por lo cual fue localizado.
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Fue entonces que, al encontrarlo, se dio inicio a un operativo para ubicarlo y detenerlo de inmediato, por lo que se hizo un llamado a todos los agentes de la zona, ya que se encontraba en una estación de servicio a las afueras de Kenosha.
Entre los agentes disponibles también se hizo el llamado al equipo canino de Kenosha, en el que se encontraba Riggs, que estaba listo para rastrear al sospechoso.
Al ubicar al hombre, iniciaron con el intento de captura, por lo que Riggs de inmediato saltó sobre el sospechoso y él, en una rápida reacción, terminó disparándole en la frente al can, por lo que salió mal herido del lugar.
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Tras ello, los oficiales redujeron al sospechoso y Riggs fue inmediatamente trasladado a un clínica veterinaria donde lo intervinieron y ahora se encuentra en recuperación para volver al trabajo.
Esta acción ha sido calificada de heroísmo para los miembros del equipo. “En muchos sentidos, hoy es un héroe. Detuvo al sospechoso y le impidió huir. Quién sabe si hubiera intentado secuestrar a alguien en la carretera”, señaló el oficial David G. Beth.