Recomendaciones para apoyar a tu hijo deportista ante una frustración

Muchos padres de familia actualmente tienen a sus hijos participando en clubes deportivos, con el afán de brindarles una diversión sana o empezar a recorrer un camino que podría ser el profesional. Sin embargo la práctica del deporte, no está exenta de experimentar conflictos y frustración. Los padres deben ser conscientes de ello y saber guiar a sus hijos adecuadamente en estos temas.

Los conflictos siempre van a existir, por lo tanto, lo importante es la forma como reaccionamos a ellos. Un punto clave es tratar la resolución del conflicto luego de que pasa el enojo. Es por eso que la psicóloga, Valeshka Pinedo Armijo (C.Ps.P  21954), nos da algunas recomendaciones para saber cómo actuar en estos casos. 

No se puede tratar el conflicto de una manera autoritaria, pretendiendo tener siempre la razón y no asumiendo nuestra responsabilidad, ya que esta manera de enfrentarlo va a provocar agravar más la situación, por lo que es recomendable hablar asertivamente, ponernos en los zapatos del otro y desde ese punto de pensamiento, ofrecer alternativas de solución, comprometiéndonos en cumplir con lo propuesto.

Por otro lado, se encuentra la frustración que también pueden experimentar tus hijos, ya que la práctica del deporte conlleva plantearse una meta, esforzarse muchísimo, posponer otros planes para disponer de más tiempo y dedicarse más a esta actividad y a veces al final, no se llega a los objetivos planteados.

Sigue estos consejos:

1.- Se debe cambiar la actitud negativa y nuestros pensamientos para comprender que esos “fracasos” pueden ayudarnos a fortalecernos y empoderarnos, por eso, antes de empezar a gestionar los sentimientos relacionados con la frustración debemos reconocer y aceptar que el mundo no gira en torno a lo que deseamos, y por lo tanto, es necesario asumir que no vamos a conseguir siempre todo lo que queremos.

2.- Lo más importante ante una situación que genere frustración, es no dejarse llevar por las emociones intensas de ese momento (frustración, tristeza, cólera, enfado, rabia, etc.) debemos darnos unos momentos para una pausa que nos permitirá reflexionar y analizar la situación, de modo que podamos identificar qué cosas se han hecho bien y que cosas no.

3.- Se debe pensar en una conducta alternativa, que incluya los aspectos positivos de la conducta fallida y así conseguir nuestro objetivo, de no ser posible, aceptar la situación con serenidad e idear nuevas estrategias y acciones para alcanzar nuestra meta.

4.- Enseñarles a tus hijos a distinguir entre necesidades (Deben ser satisfechas inmediatamente) y deseos (Pueden esperar), los ayuda a que no se conviertan en personas caprichosas  y a controlar sus impulsos, el darse cuenta y asumir las consecuencias de sus actos, también contribuye en el desarrollo de su inteligencia emocional.

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