Semana Santa: Imágenes de una tradición que ocurre a puertas cerradas

Lima es una ciudad que oculta muchos misterios. Cada rincón del Centro Histórico tiene una historia que contar. En templos e iglesias de la capital, rodeados del bullicio de la vida moderna, se mantienen tradiciones que aún falta descubrir.

Una de estas ocurre cada Viernes Santo, al interior de la capilla de Nuestra Señora de la Soledad. Ahí, desde el siglo XVII, la Cofradía Sacramental de Nuestra Señora de la Soledad realiza una ceremonia íntima que conserva el luto y recogimiento que se vivía en las épocas virreinales. Este culto será presentado por primera vez al público en general, a través de la muestra “Siglos de fe, la Cofradía de la Soledad y la Semana Santa de Lima” del fotógrafo y documentalista Pancho Rodríguez Torres.

Son imágenes en blanco y negro que muestran el fervor de los devotos de la cofradía, en la ceremonia del Santísimo Cristo del Descendimiento, un ritual que nos traslada siglos atrás, con cantos en latín y vestimentas con mantillas negras de encaje, peinetas altas y túnicas blancas con oscuros escapularios.

La muestra, que es un esfuerzo conjunto de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Prolima, será expuesta en los exteriores del parque La Muralla, esquina de los jirones Amazonas y Lampa (Cercado de Lima), desde el 18 de febrero al 17 de abril. La fecha de inauguración coincide con la celebración de la Noche de la Semana Santa Soleana, previa al inicio de la Cuaresma.

“Para mí es muy significativo hacer esta muestra fotográfica porque voy a tener la oportunidad de mostrar al público una ceremonia muy íntima que se realiza a puerta cerrada y en la que solo participan los miembros de la iglesia y de la cofradía”, explica Rodríguez.

No es la primera vez que el fotógrafo fija su mirada en escenarios de esta naturaleza. En el 2016 publicó el libro “La Mamita de Otuzco”, sobre la devoción religiosa a la Virgen de la Puerta, en La Libertad. Ahora, la exposición “Siglos de fe…” es un nuevo esfuerzo por revalorar una tradición de nuestra ciudad.

“Los temas religiosos siempre han sido de gran interés para mí porque admiro la devoción y entrega de los fieles”, señala.