¿Por qué hay personas que nos dan ‘mala espina’ sin siquiera conocerlos?

De repente te ha pasado que estás en grupo y viene una amiga o amigo para presentarte a una persona, lo ves y sientes una automática repulsión, a pesar de que no lo conoces no es de tu agrado.

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Esta reacción es propia del cerebro cuando se siente una amenaza, esa sensación de mala vibra es una respuesta a ahorrarnos un daño físico o psicológico posterior, según explica el blog Buena Vida del diario español El País.

“Es un mecanismo de supervivencia que nos pone en alerta ante circunstancias que nuestro cerebro tiene catalogadas como peligrosas o amenazadoras (…) El rechazo será nuestra respuesta corporal ante situaciones desagradables o inquietantes”, dijo José Manuel Sánchez Sanz, director del Centro de Estudios del Coaching al citado medio.

Este comportamiento surge en la amígdala, región del cerebro responsable de los juicios rápidos, por lo cual “esta respuesta automática no es racional, sino espontánea e instintiva”, indica Sandra Burgos, de 30 k Coaching.

Nuestro cerebro almacena todo tipo de información, que si bien no podemos recordarlo todo el tiempo, aparece rápidamente al ser percibido, así es como un rasgo facial, voz o multillas al hablar nos alerta.

“A menudo se tratará de señales que la otra persona emite y que evocan en nosotros recuerdos de experiencias pasadas o personas desagradables con las que nos hemos cruzado en otro momento de nuestras vidas”, explicó Sánchez.

Pero también es parte de nosotros, defectos propios que no queremos reconocer, pues según un estudio de la Universidad de Wake Forest (Estados Unidos), los humanos tendemos a proyectar en los demás algunos de los rasgos de nuestra personalidad.

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El lenguaje corporal de la persona también puede generar rechazo como cruzar los brazos y piernas en dirección contraria al grupo, expresiones faciales de disgusto, entre otros aspectos.