Justicia ecuatoriana sentencia a 40 años de cárcel a los asesinos de las turistas argentinas

El juicio en contra de los dos implicados en el asesinato de las turistas argentinas María José Coni y Marina Menegazzo comenzó el pasado 8 de agosto en el Tribunal Penal de Santa Elena. La Fiscalía presentó las declaraciones de 36 testigos y más de 300 pruebas como: documentos, zapatos, prendas íntimas, muestras de ADN y videos, entre otras cosas halladas en la escena del doble crimen de las mujeres. Luego de este largo proceso, se le condenó a Segundo P. y Eduardo D. a una pena histórica de 40 años de cárcel.

“Hubo muchas pruebas contundentes, sobre todo, las de ADN que los vincula a las armas homicidas, a los cuerpos de las chicas, a la escena del crimen”, declaró Hernán Ulloa, abogado de las víctimas, de acuerdo al diario El País. Las familias de las víctimas expresaron su satisfacción con la sentencia y el trabajo de la fiscal, pues realizó una labor que no dejaba dudas. La madre de María José, Gladys Steffani, comentó al diario El Telégrafo: “Yo primero desconfiaba de que ellos fueran los culpables, pero luego de ver las pericias, los videos, ahora estoy convencida de que sí son.”

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“Aquí estamos de pie, no diría esperanzadas, porque es una palabra muy positiva para lo que hemos pasado, pero sí con la mirada puesta en un mundo más humano”, dijo Cristina Menegazzo, madre de Marina.

Las madres de las jóvenes creen que hay más personas involucradas en el crimen y lo confirmaría la evidencia recogida en la casa donde ocurrió el doble asesinato. Entre los perfiles genéticos encontrados, se hallan el de dos mujeres que se presume también son víctimas.

El abogado Ulloa ha explicado que si bien la pena máxima para el asesinato en Ecuador es de 26 años, en este caso se ha aplicado un tope de 40 años por los otros delitos cometidos como robo y violación. “Es una sentencia histórica y marca un precedente importante para la seguridad de nuestra sociedad”, concluye Hernán Ulloa.

Como se recuerda, María José y Marina desaparecieron el 22 de febrero en Montañita, una de las playas más conocidas de Ecuador. Las chicas pensaba continuar su viaje “tirando dedo” ese mismo día para llegar a Guayaquil y desde ahí partir a Perú. Luego continuarían su viaje a Chile para, finalmente, regresar a su ciudad de origen en Mendoza, Argentina. Ahora se sabe que ambas conocieron a sus asesinos el 22 de febrero  y las desviaron de su rumbo.

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Unos días después de que su desaparición fue reportada, encontraron los cuerpos dentro de bolsas y en distinto lugares. Sus muertes indignaron a toda Latinoamérica, pues se les increpó a las jóvenes y a sus familias que hayan viajado solas. Muchos respondieron que las mujeres tienen el derecho de viajar solas y sentirse tan seguras como cualquier hombre sin temor a ser ultrajadas. Asimismo, se aclaró que nunca se le puede increpara las víctimas la culpa del delito. Todavía se sigue exigiendo remediar esta situación en esta parte del planeta y erradicar la violencia de género, con  movimientos #NiUnaMenos en nuestro país. Esperamos que las familias de otras víctimas puedan encontrar una respuesta similar de la justicia peruana.