“A mi ex: Gracias, porque ahora sé lo que NO es el amor", carta para seguir con tu vida

¿Sabes que cada relación te deja un aprendizaje? De esto se dio cuenta  la escritora Sofía Hernández, quien compartió una carta para agradecerle a su ex. Sé que entenderás sus razones, por eso  aprende   más de esta historia reflejada en esta carta que se ha convertido en viral.

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“Hola extraño. Sí, extraño porque no te conozco, porque aunque estuvimos juntos el tiempo suficiente, la persona que eres hoy me resulta un total desconocido. Extraño porque el chico que creí conocer no está, porque me doy cuenta de que me enamoré de la idea de ti que yo creé, no de quien en verdad eres.

A veces no entiendo que la persona por la que en algún momento hice tantas cosas ahora sólo sea otro desconocido con quien a veces me topo en la calle, y con quién no cruzo siquiera la mirada.

Pero sabes, llegó el día en que puedo agradecerte. ¿Por qué? Por romperme el corazón y regalarme una de las lecciones más grandes de mi vida, las ganas de amar de la forma más bonita y sincera posible.

Tal vez suene raro que luego de todo lo que me hiciste yo te agradezca; pero te explico, entendí que si quise ver tantas cosas buenas en ti es porque eso hay dentro de mí, y ahí comprendí que te portaras de una forma tan tonta, pues al final cada uno da lo que tiene.

Gracias porque aprendí que puedo ser la mejor persona con alguien y eso no garantiza que lo sean conmigo, así que hoy tengo los ojos abiertos a lo que doy y recibo.

Gracias porque aprendí que no puedo hacer que otra persona me valore, pero que tampoco valgo menos si no lo hacen y sobre todo, que puedo irme cuando eso pase.

Gracias porque aprendí que no todas las personas son sinceras, que algunas incluso mienten cuando dicen ‘te amo’, tú fuiste infiel, pero que no voy a vivir preocupada por eso, porque jamás podré tener la total certeza de que alguien sea sincero, yo sólo puedo confiar.

Gracias porque aprendí que cuando quiero a una persona soy tan sincera e incondicional cómo es posible, incluso más, porque en ocasiones estuviste tan mal que yo nos sostuve a los dos, y cuando el resto se fue yo estaba ahí, contigo, y eso lo hacen muy pocos.

Gracias porque aprendí que el amor no es egoísta, que si alguien me quiere no se siente celoso de mis triunfos y mucho menos trata de opacarlos por sentirse inseguro de los suyos.

Gracias porque aprendí que lo que creí que dolería tanto en realidad fue lo mejor que me pudo pasar, y no mal interpretes, porque claro que dolió, pero sólo un poco, porque cuando me lastimaste tanto supe que no iba a extrañar a alguien que no me merecía.

Gracias, porque con todo lo que viví a tu lado la que creció fui yo, al final no me importa si no reconoces a la mujer que soy, porque a mí ya me quedó más que claro.

Al final te agradezco, porque aprendí que hacemos dos tipos de personas, las que como tú, no saben amar, y las que como yo, no sabemos no hacerlo. Y como lo dije, no tengo miedo, lo único que me dejaste fueron las ganas de conocer a alguien que entregue todo.

No puedo desearte que te vaya bien o mal, sólo como lo merezcas. Para mí vienen cosas buenas porque aquí no fui yo quien perdió.

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Todos los días me repetía una frase que se ha convertido en mi mantra; “en la vida, tarde o temprano todo pasa, esto también pasará” y este mal trago que viví contigo, ya pasó”.

Si te has sentido identificada, con esta historia te dejamos estos consejos para retomar tu vida:

Si crees que es necesario cambiar o mejorar en algo, ¡hazlo!, pero por ti.

De esta manera  sabrás de antemano, qué tipo de persona es para ti como pareja y además, tener tus pensamientos claros.

Recuerda no eres mala persona, eres tú misma. Si algo no concuerda con tu manera de ser y te obliga a cambiar, mejor da un paso al costado y mantén tus principios. Por amor, no puedes dejar de creer en ti misma y lo que puede lograr.

La vida es toda tuya, no te des excusas ni te frenes, sigue con tu vida mirando tu presente para cambiar tu futuro. Ser positiva te ayudará.

Todo está en tus manos por ejemplo, levantarse temprano y asear la casa todos los días, servirse un buen desayuno todas las semanas o ponerse a estudiar ese taller o curso que tanto querías.

Toda historia nos deja una enseñanza, depende de nosotros saber que es bueno y que malo. Aplica estos consejos, renuévate, recuerda que cada final es un nuevo comienzo.