Dormir una siesta en el trabajo ayuda a tu salud y rendimiento ¡Directo al corazón de tu jefe!

Nos pasa a todos. Algo que ocurre con frecuencia en nuestros centros de trabajo son las ganas brutales de querer dormir (sobre todo en la tarde). Y es que aunque hayamos descansado nuestras 7 u 8 horas, el cuerpo se va cansando a medida de que lo esforzamos, y no necesariamente haciendo una actividad física. 

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Algunos países de Europa han detectado este tipo de reacciones en los trabajadores, por lo que han decidido brindar algunos minutos de la jornada laboral para que puedan descansar. Otro panorama es el que viven en Asia, donde el capital humano ha organizado una pequeña habitación dentro de sus oficinas, ya que no pueden dejar de trabajar ni un minuto. Esto ocasiona grandes riesgos en la salud. 

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Los que se quedan dormidos en las reuniones de trabajo o en plena jornada laboral puede ser una señal de que el trabajo lo está consumiendo, y que debería de buscar caminos para estar estable. Recuerda que una buena alimentación cumple un papel fundamental en este sentido. 

Para poder iniciar con este cambio en tu rutina puedes pedirle permiso a tu jefe para tomarte unos minutos después de la hora del almuerzo. El cual puede ser entre las 2 y 4 de la tarde. Tu media hora de libertad la puedes dividir en 20 minutos para dormir y 10 para recargar energía.