Tres razones para practicar yoga si eres mamá
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Por: Aspasia Narváez
Eres una madre ocupada que tiene que dividir su tiempo entre el trabajo y los chicos. Algunos días deben ser geniales y otros, no tanto. A veces puedes sentirte atrapada con poco tiempo para ti pero sería importante que encuentres algo que te guste hacer, para relajarte y esto te hará una mejor madre de lo que ya eres. Esa “cosa” puede ser el yoga y se puede convertir es una excelente herramienta para llevar la maternidad y una mejor crianza para tus hijos.
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Cuida tu cuerpo y tu energía
La maternidad demanda mucho del cuerpo de la mujer. Literalmente pasas nueve meses de tu vida creando una nueva vida humana y realmente nadie advierte estas demandas ni desaparecen cuando das a luz ni a lo largo de tu vida. El yoga te permite darte tiempo para ser dueña de tu cuerpo. Eres fuerte y elegante, y practicar yoga te recuerda esto constantemente. Pon la clase de yoga en tu agenda como parte de las tareas de tu día, así estás priorizando tu espacio personal.
Aprende a ser paciente y tolerante
Mientras estás en una postura de yoga te encuentras manteniendo la pose por un buen número de respiraciones. En algún momento tu cuerpo puede empezar a temblar y tu cuerpo le dice al cerebro: ¿qué estás haciendo aquí? Al ponerte a prueba constantemente a través de la práctica y la respiración estás recordándote que nada es permanente. Estas pruebas te ayudan a afrontar el día a día con tus hijos cuando todo parece salirse de control y estás a punto de perder la paciencia. La práctica de yoga te aporta equilibrio, armonía y seguridad en ti misma para el desafío de criar a un hijo
Acepta tu imperfección
Las madres vienen en todas las formas, tamaños y colores. Algunas son juguetonas, creativas, activas, amorosas, sabias, apasionadas, protectoras y muchos adjetivos más. Ninguna madre nace sabiendo que debe hacer ni cómo ser suficiente para sus hijos y su familia. La sociedad pone mucho estrés sobre el rol que debe cumplir la madre y sobre el arquetipo de la madre perfecta. En yoga siempre somos suficientes. Nunca dudes de que seas una excelente madre. Errar es humano y todos somos seres imperfectos tratando de mejorar cada día.
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Aprende a ser paciente y tolerante
Mientras estás en una postura de yoga te encuentras manteniendo la pose por un buen número de respiraciones. En algún momento tu cuerpo puede empezar a temblar y tu cuerpo le dice al cerebro: ¿qué estás haciendo aquí? Al ponerte a prueba constantemente a través de la práctica y la respiración estás recordándote que nada es permanente. Estas pruebas te ayudan a afrontar el día a día con tus hijos cuando todo parece salirse de control y estás a punto de perder la paciencia. La práctica de yoga te aporta equilibrio, armonía y seguridad en ti misma para el desafío de criar a un hijo
Acepta tu imperfección
Las madres vienen en todas las formas, tamaños y colores. Algunas son juguetonas, creativas, activas, amorosas, sabias, apasionadas, protectoras y muchos adjetivos más. Ninguna madre nace sabiendo que debe hacer ni cómo ser suficiente para sus hijos y su familia. La sociedad pone mucho estrés sobre el rol que debe cumplir la madre y sobre el arquetipo de la madre perfecta. En yoga siempre somos suficientes. Nunca dudes de que seas una excelente madre. Errar es humano y todos somos seres imperfectos tratando de mejorar cada día.
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