La vitamina C como fuente de antioxidantes

La vitamina C se la conoce científicamente como ácido ascórbico; posee propiedades antioxidantes provenientes del azúcar. Su acción resulta esencial en la síntesis de colágeno, responsable de mantener la elasticidad de la piel.

Sin  embargo, sus atributos no terminan allí. Además  posee propiedades suavizantes y contribuye a acelerar el proceso de renovación de las capas superficiales de la piel (algo así como un proceso de peeling natural). También realiza una importante acción a nivel del sistema inmunológico.

 Las  conclusiones a las que han llegado los últimos estudios científicos realizados en torno a la vitamina C son:

1-  La vitamina C aplicada sobre la piel, tiene una clara acción preventiva antirradicales libres, experimentalmente comprobada frente a la radiación ultravioleta, por lo que podría considerarse un foto protector biológico de uso tópico.2-  La vitamina C aplicada sobre la piel consigue inducir la formación de nuevo colágeno, constituyendo esta, una clara acción anti envejecimiento.3-  La alta concentración de vitamina C que se alcanza en su uso tópico (30 veces más que por vía oral), potencia sus acciones biológicas.4-  Su permanencia en piel tras aplicación tópica durante 48 horas, permite conseguir sus efectos en aplicaciones alternas, lo que facilita su uso alternativo con otros tratamientos.