Cinco recomendaciones para cuidar la piel de los niños este regreso a clases

El año escolar inició e indudablemente una de las medidas que se debe tomar en cuenta es la protección solar. Pues los niños y niñas se ven expuestos a altas temperaturas en diferentes momentos durante la jornada escolar: en la hora de entrada, los recreos, al realizar educación física y en la hora de salida; lo cual representa un riesgo para su bienestar.

No se debe olvidar que la piel de los más pequeños es más susceptible a sufrir los daños que los rayos solares causan a corto, mediano y largo plazo. Por ello, esta responsabilidad debe ser abordada tanto por los padres de familia como por los colegios, quienes en conjunto deben buscar realizar todas las acciones necesarias para mantenerlos protegidos.

Por ello, el Dr. Oscar Medrano, asesor médico de Bahía Solar, comparte recomendaciones a tener en cuenta por ambos:

El tomar consciencia del cuidado de la piel es una responsabilidad que como sociedad debe iniciar en casa desde los primeros años de vida y complementarse en la escuela. En ese sentido, los padres deben enseñar con el ejemplo e incentivar a la implementación de esta práctica saludable.

La protección contra la radiación solar a los niños cada vez que se dirigen a la escuela debe ser integral. Para ello, al salir de casa, los padres deben aplicarle protector solar, proporcionarles un gorro de ala ancha y prendas con fibras especiales de protección UV.

Los niños deben asistir a la escuela con el producto debidamente aplicado (y/o supervisado) por los padres. Asimismo, con la ayuda de los maestros, se debe velar por la reaplicación cada dos horas, tiempo sugerido por la OMS.

En general, en la ruta colegio - casa - colegio los niños deben buscar los espacios con sombra al transitar. Asimismo, se debería fomentar la implementación de toldos, techos, carpas o hasta la siembra de árboles con el objetivo de prever sombras en espacios abiertos.

Es importante complementar la protección ante citada con loncheras saludables, con productos ricos en agua y agentes que favorecen la reparación de la piel tras la exposición solar (vitamina C, Beta caroteno, minerales como el zinc, aceites con omega 3 y vitaminas del complejo B).