Los cuatro peores errores que cometemos cuando estamos enamorados

Es fácil perder la cabeza cuando una está enamorada. El mundo el color rosa y nade puede ir mal si tenemos a esa persona al lado. Sin embargo, hay cierto riesgos al tener esta actitud, pues pronto nos podemos dar cuenta que no hemos tomado buenas decisiones y puede que  no haya vuelta atrás. En un momento donde estás llega de ilusiones y expectativas, no es el mejor momento para efectuar cambios trascendentales. Al fin y al cabo la relación más importante que tenemos es con nosotras mismas y en todo momento debemos verla porque se mantenga así. De acuerdo a un artículo de la página Nueva Mujer, estas serían algunas de las decisiones que pueden tener consecuencias terribles cuando no son tomadas en el momento correcto:

“Es muy común sobre todo en personas jóvenes dejar el lugar de residencia para sumarse al proyecto del novio/a o esposo/a reciente“, explica la publicación. “Cuando un vínculo es reciente siempre puedes intentar que crezca a la distancia y luego, si prospera, seguir los pasos de él o de ella. Actúa con serenidad.” Hay que saber medir lo positivo y lo negativo de la situación y, sobretodo, tener en cuenta que uno no puede aventurarse a una mudanza si sabe poco de dónde se va a quedar.  

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Tras dejarlo todo y que te marche a acompañar a tu pareja, estarás lejos de tu familia y distanciada de los amigos. “Muchas personas se meten tan de lleno en una nueva relación sentimental que cambian radicalmente su manera de vivir de un día para el otro. Así no funciona: no hay que fundirse en otro”, resalta el artículo.

Hace poco tiempo, la costumbre decía que la mujer debía dejar de trabajar para construir un hogar. Hoy las cosas han cambiado y la mayoría de las mujeres trabaja, además son un vital aportador en la economía familiar. No es solo la independencia económica la que está en juego, sino las metas que una pueda tener como profesional. Debe de haber un diálogo abierto donde vean qué gana y qué pierde cada uno. Sobre todo, hay que tener en cuenta que el proyecto en común debe de beneficiarse. “Cuentas claras, conservan relaciones.”

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“Hay quienes deciden convertirse a otra religión para casarse o para evitar un conflicto familiar. Estas decisiones han de tomarse basándose en la convicción y no en un arrebato para intentar complacer a la pareja o a la familia”, elabora la publicación.  Es vital contar con toda la información y poder dialogar.  No dudes en escuchar lo que te dice tu corazón. El respeto hacia tus creencias es fundamental, tanto por parte de tu pareja como a tu familia o la de él.

“Cuando de construir una pareja se trata, siempre es necesario negociar y buscar acuerdos” concluye el artículo. Hay que saber balancear el corazón con la razón para no cometer ninguno de estos errores.