Siete situaciones que vivimos cuando recibimos sexo oral

Ya sea porque fue tu primera vez, o porque lo haces con una pareja nueva, siempre se crearan ciertas ideas en tu cabeza cuando quieres que él te practique sexo oral.

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Justo se te olvidó depilarte y decidiste dejar que las cosas fluyeran. Muy mala idea. Lo único que genera en ti son un montón de ideas que van desde ¿Podrá encontrarlo? hasta "seguramente se hace bromas sobre la selva y no se atreve a decirme".

Si después de un rato no sientes nada y de pronto, se le iluminó la mente y encontró el punto ideal para satisfacerte, pero de pronto otra vez el joven decide moverse. Lo único que haces es apretar los labios y tratar de moverte tú para poder guiarlo.

Ese incómodo momento en que te la estás pasando bien, pero como si alguien te lo hubiera dicho al oído... ¿El aseo fue hoy, verdad? Como ya estás con un pie en la tierra y el otro en el paraíso, solo atinas a pensar que realmente lo hiciste hoy.

Ocurre cuando tu chico lo vuelve a intentar, y él creyendo que descubrió la pólvora lo vuelve a intentar, pero sin obtener los resultados esperados.

Lo primero que se te viene a la mente es que se acabó la magia. Que ya no te despierta interés o él anda perdiendo el toque, lo que a la larga te haga sentir desinteresada.

Si por el contrario vuelve a recrear la escena, piensas que definitivamente ese chico tiene algo especial. Tal vez sea un don... o tal vez mucha experiencia. Mejor pensemos que es un don.

Cuando por fin sientes el deleite, te preguntas ¿Por qué el sexo no puede ser así de genial? Deberíamos repetirlo una y otra y otra vez. Sin embargo piensas en cuán ansioso se siente tu chico.

Qué opinas de estas situaciones WAPA, ¿te ha pasado? O tienes otras anécdotas. Coméntanos.

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