Segunda ola de COVID-19 en Perú: Cuatro razones por las cuales deberías vacunarte

La vacunación se ha consolidado como una de las tareas más importantes para gobiernos y comunidades en el mundo, pues ha demostrado protección contra diferentes enfermedades y un efecto positivo en la salud de las personas, evitando alrededor de 2-3 millones de muertes al año.

Una vacuna, tiene la función de generar en el organismo inmunidad frente a una determinada enfermedad, estimulando para que produzca anticuerpos que luego actuarán protegiéndolo frente a futuras infecciones, ya que el sistema inmune podrá reconocer el agente infeccioso y destruirlo.

“Las vacunas benefician tanto a las personas inmunizadas como a las personas que no pueden vacunarse, además han permitido eliminar muchas enfermedades, pero también impactar en situaciones importantes de la sociedad como reducción de la mortalidad infantil, evitar discapacidades, disminuir la resistencia bacteriana y ahorrar recursos que pueden ser invertidos en otras situaciones importantes de salud” menciona Verónica Petrozzi, médico pediatra especialista en vacunas de GSK.

Las consecuencias de algunas enfermedades infecciosas prevenibles mediante la vacunación son a veces graves y pueden evitarse si nos vacunamos. Es importante recibir todas las vacunas que correspondan según la edad y calendario de vacunación.

Enfermedades como la viruela y otras enfermedades como la poliomielitis, la rubéola y el sarampión, han lograda ser controladas y en algunos casos erradicadas.

Además, mediante la vacunación se ha conseguido erradicar la viruela y logrado controlar el rotavirus, influenza y tosferina.

Es muy importante que haya mucha gente vacunada frente a cada enfermedad, pues el microorganismo que la causa circula mucho menos y así las personas que, por diversos motivos no se han vacunado, estarán protegidas también. Es lo que se llama inmunidad comunitaria o de rebaño.

La vacunación es un instrumento de equidad, disminuye la desigualdad en la asistencia sanitaria, proporcionando beneficios también a los más desfavorecidos. El beneficio individual directo se amplía a la comunidad, al reducirse el riesgo de infectar a las personas con las que convivimos y nos relacionamos.

La vacunación de la población es ventajosa económicamente, comparando el gasto generado por la vacunación con el gasto derivado de padecer la enfermedad. Las enfermedades prevenibles por vacunación suponen un coste alto tanto desde el punto de vista económico, como sanitario y social.