Hijos abandonados ya pueden quitarse el apellido de sus padres irresponsables

Algunos padres tienden a justificarse el haber abandonado a sus hijos; hay otros que simplemente no hacen nada; de una u otra manera, el abandonar a un hijo ocasiona daños irreparables en su ser.

Ante esto, las víctimas de abandono optan por reconocer a la persona que trató de ocupar el vacío del padre o la madre que decidió dejarlos a su suerte, tal como lo hicieron dos hermanos que decidieron cambiarse el apellido del padre que los abandonó por el 'héroe' que los acogió.

Se trata de la historia de dos hermanos que cuando pequeños fueron abandonados por su padre biológico. Años más tarde, la madre que quedó desamparada junto con sus dos hijos se volvió a comprometer con un hombre que se hizo cargo de ellos brindándoles amor y comprensión desde hace aproximadamente 20 años.

Ante el gesto del hombre que los crio, los hermanos decidieron quitarse el apellido de su padre biológico que no se ocupó de su crianza, ni de su manutención; y registrarse con el apellido de la pareja sentimental de su mamá, a quien consideran como un verdadero padre.

La acción que tomaron los hermanos para cambiarse el nombre ha abierto la brecha para que miles de personas, menores y mayores de edad que fueron abandonadas por sus padres se animen a cambiarse el nombre por el de su preferencia, así como lo hicieron este par de hermanos.

El caso se hizo, obviamente, por medio de las leyes de México, país dónde se dio el suceso, teniendo como premisa el derecho humano universal a la identidad, principio que fue utilizado por los menores y por la juez que dio el fallo a favor de ellos para que pudieran cambiarse el apellido.

¿Sabías que la obligación de pagar una pensión alimenticia a hijos menores de edad podría recaer en otros parientes? La ley que protege a los menores llama a los parientes más cercanos a pagar la manutención. Incluso, si se tratase de una persona que no cuenta con trabajo, los obliga a trabajar.

Además del padre de familia llamado por ley, otro familiar podría llevar la responsabilidad de pagar estos gastos, siempre y cuando el progenitor no tenga cómo brindar el sustento económico acordado.