¿Dejas que tu bebé ande descalzo? descuida, te contamos sus beneficios

La mejor etapa que una mujer experimenta es ser madre. Pues iniciamos una aventura donde cada día aprendemos algo nuevo de nuestros pequeños.

Pero, si eres una mami que suele tener problemas porque tu hijo suele caminar descalzo, no te preocupes, olvídate del dolor de cabeza. Aquí te contaremos los beneficios que tiene y sobre todo,cómo ayuda a fortalecer los músculos.

En un estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid indicó que dejar a tu bebé descalzo ayudaría a desarrollar su inteligencia y sistema nervioso. Sabemos lo adorable que se ve tu consentido con sus zapatitos pero sería bueno dejarlos un tiempo sin ninguna prenda en los pies. Estos son algunos beneficios que obtendría tu hijo. 

Los pies de tu hijo son una de las herramientas más importantes que tiene para conocer el mundo. Ya que cuentan con mayor sensibilidad táctil y es mucho más delicada que las manos, por eso reciben importantes estímulos que influye en su desarrollo sensorial. 

Estar descalzo le permite a tu bebé tener una maduración del sistema nervioso mucho más integral, donde podrá generar un mayor control de sus músculos y extremidades, así como un significativo y mejor desarrollo intelectual, y social.

Dejarlo descalzo durante un rato al día le permite conocer sensaciones relacionadas con la temperatura y texturas, las cuales favorecen su desarrollo psicomotor, es decir, el aprendizaje, maduración y perfeccionamiento de sus estructuras nerviosas como el cerebro y los nervios, músculos. Esto también le ayuda en el descubrimiento de sí mismo y del mundo que lo rodea.

Superficies como arena, agua, pasto o alfombras esponjosas son perfectas para estimular sus sentidos y ayudarlo a explorar el mundo.

El hecho de que tu pequeño pise con toda la planta del pie una superficie le ayuda a tener una mayor consciencia de cada paso. De esta forma, cuenta con mayor información para organizar sus patrones de movimiento, moverse por el espacio y mantenerse en equilibrio.

Cuando el pequeño pone en contacto su planta del pie con superficies irregulares, estimula sus reflejos posturales. Es decir, los reflejos que le van a permitir mantener una buena postura. Esto lo ayuda a mejorar la posición de sus articulaciones y reforzar la musculatura.

Recuerda que es importante estar pendiente de las superficies que pisa o tiene contacto con sus pies, de esta forma evitarás cualquier tipo de herida.