¿Ducha caliente o fría? Conoce la temperatura que necesitas

Lo hacemos antes de ir al trabajo, después de hacer ejercicio, o solo para reconectarnos con nuestros pensamientos. No importa la hora del día, una buena ducha brinda diferentes beneficios.

Sin embargo, y a pesar de bañarnos diariamente, consideramos muy poco la temperatura con la que lo hacemos. Eso sí, seguramente has escuchado lo brilloso que te deja el cabello un baño de agua fría.

Este no es el único beneficio que trae bañarte con esta temperatura, por eso, hemos recopilado una lista de beneficios que tiene una ducha de agua fría, y una de agua caliente ¡Toma nota!

Empezamos por el más conocido. El agua fría cierra los poros y tiene un efecto rejuvenecedor sobre la piel. En el cabello, esta temperatura ayuda a estirar el cuero cabelludo, mejorando los folículos y haciendo el cabello más fuerte.

Cuando el agua fría hace contacto con la piel, los vasos sanguíneos se comprimen y la circulación aumenta hacia los órganos vitales

Por si no lo sabias, luego de un partido o de entrenar, los deportistas realizan baños de hielo para reducir la inflamación muscular y acelerar su recuperación. Lo mismo sucede con un baño de agua fría, pero obviamente en menor efectividad.

Mientras que el agua fría cierra los poros, el agua caliente los abre. Esto es genial ya que ayuda a penetrar mejor los productos de cuidado de la piel. En la ducha, los expertos recomiendan usar un exfoliante suave para renovar las capas celulares.

Si sufres de alergia, el vapor del agua caliente te ayudara como un descongestionante natural para aliviar la nariz.

De la misma manera que ayudan las compresas calientes, el agua ayuda a calmar los dolores musculares, deshacer nudos y reducir la tensión muscular.

Y tú, wapa, ¿con que temperatura planeas bañarte hoy?