¡No más puntos negros que arruinen tu bello rostro!

¿Quién no ha caído en la tentación de mirarse con uno de esos espejos de aumento? Y, sobre todo, ¿quién de ustedes percibió unos fastidiosos puntos negros que ocupaban la zona T? No estás sola. Lo importante es lo siguiente: aprender a librarnos de ellos y evitar su recurrente reaparición. ¡El cuidado de la piel es básico! 

Para empezar, debemos saber que son los puntos negros. En resumen, se le conoce técnicamente como acné comedónico y se genera por la acumulación de células muertas y grasa que bloquean el poro.

Los puntos con “cabeza” blanca toman ese color porque están cubiertas de una capa de piel, los puntos negros están expuestos al aire y se oscurecen por la oxidación.

Lo mejor es acudir a hacerse una limpieza facial profesional que utilizará un extractor de comedones. Una herramienta especial para extraer el punto sin dañar la piel.

Por otro lado, si deseas hacerlo desde casa, la clave es la exfoliación. Las mascarillas de arcilla son la mejor opción para desincrustar las impurezas, y los exfoliantes de micropartículas para retirar las células muertas. Busca los productos que tienen ácido glicólico o ácido salicílico.

Desmaquíllate: Es súper importante este paso. Si no estás en casa, opta por las toallitas desmaquillantes.

Lava tu rostro cada noche: Pero no lo hagas en exceso ya que esto puede producir daños en nuestra piel y sensibilizarla. Además, algunas fórmulas limpiadoras son demasiado densas y pueden saturar los poros. También presta atención a los productos para pieles grasas ya que estos suelen producir sequedad. Lo ideal es limpiarte el rostro con un jabón específico para tu tipo de piel.

Hidrátate: Pero no solo con tu crema hidratante, también debes tomar bastante líquido. Y para mejorar tu rutina facial, exfolia con regularidad ¡antes que aparezcan! Cómo mínimo una vez por semana, y como máximo, dos.

Deja de tocarte la cara: Incluso si lavas tus manos con regularidad, estas están llenas de microbios bacterias que pueden ensuciar e infectar los poros de tu rostro.

Limpia tus brochas de maquillaje: Tus brochas son portadores silenciosos de bacterias y hongos. Mantenlos limpios.

*Es importante recordar que otros factores que fomentan su aparición son el exceso de bacterias en la epidermis, o de producción de sebo debido a cambios hormonales o algunas medicaciones. No descartes la posibilidad de consultar con tu ginecólogo.