¡Atención mamis! Conoce las cuatro posiciones más prácticas para amantar

Desde que nace el bebé hasta los primeros años la etapa de la lactancia es de vital importancia, esto se convierte en tu rutina diaria y puede volverse tedioso e incómodo para tu espalda y brazos al hacerlo más de una vez al día. ¿Cómo aminorar la carga y hacerlo de modo práctico? Aquí te dejamos algunos datos.

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Nadie nace sabiendo, las cosas se van aprendiendo de a poco y en la práctica, pero unos consejos nunca están de sobra, más aún si estás a punto de ser mamá por primera vez. Estas son las cuatro posiciones para darle de lactar a tu bebé. ¡Toma nota!

Esta es la posición clásica de las madres. Para hacerlo correctamente usa una silla con apoyabrazos o si estás en la cama acomoda almohadas a los lados para darte comodidad, pon tus pies en una superficie elevada para evitar que el bebé se incline demasiado y, finalmente, carga al bebé en tu regazo y dale de lactar en el mismo lado donde lo sostienes.

Para acomodar bien al pequeño coloca su cabeza en el hueco que se forma en el codo y luego extiende el brazo por debajo de su espalda, así se sostendrá su cuello y columna vertebral ya que estas partes son delicadas.

Para esta postura deberás sostener la cabeza del bebé con el brazo contrario del pecho con el que vas a amamantar. Gira su pequeño cuerpecito para que su torso se ubique frente a ti y ayúdalo a encontrar el pezón.  

En esta posición las piernas y la espalda del bebé deben pasar debajo del brazo de la madre mientras los pies quedan detrás de su espalda. Para que hagas que esta pose se cómoda, usa un apoyo para el brazo, te recomendamos que lo hagas en la cama o en una silla con apoyabrazos.

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Si eres mamá primeriza te recomendamos esta postura, más aún si es de noche y el bebé quiere alimentarse, pero tú estás agotada para levantarse. ¿Por qué? Lo protegerá del frío y tú estarás cómoda.

¿Cómo hacerlo? Coloca varias almohadas en la cama para que puedas apoyarte en ellas, luego te acuestas en lateral o de costado y pon al bebé frente a ti. No olvides guiarlo para que encuentre el pezón.