Eva Longoria sufre una dolorosa perdida tras haberse convertido en madre

Hace un mes y medio la vida de Eva Longoria dio un giro de 180°, pues se convirtió en madre por primera vez. El hijo, que tiene en común con Pepe Bastón, se ha convertido en el protagonista del Instagram de la actriz. Cada vez que tiene una apariión pública ella no deja de hablar maravilla  de su pequeño Santiago Enrique.

Lamentablemente no todo es felicidad. Antes de que naciera el bebé, Eva era madre de dos perritos: Popeye y Jinx. Sus mascotas eran la adoración de la actriz, incluso ella los ha mostrado en varios reportajes.

La actriz contó en sus redes sociales que antes de dar a luz, Jinx falleció y dejó un gran vacío en su corazón, pues esperaba que el pequeño can viera crecer a Santiago.

“Dos días antes de dar a luz perdí a mi maltés, que me había acompañado durante los últimos quince años. Resultó muy duro. Mi marido ni siquiera quería decirme lo enfermo que estaba por miedo a que pudiera ponerme de parto por el disgusto; así de unidos estábamos mi perro y yo. Ha sido muy, muy doloroso”, confesó Eva en el programa ‘Lorraine’.

Como lo mencionábamos en el párrafo anterior, luego de que el can falleciera en los brazos de ella, en su cuenta de Instagram Longoria le dedicó unas tiernas palabras a Jinx .

“Sufrió un derrame y ya no pudo recuperarse. Tenía 15 años (96 para un perro) y llenó cada uno de ellos con un montón de amor y risas. Fue mi bebé antes de que apareciera en escena este bebé en mi barriga. Estoy muy triste, pero sé que ya no sufre. Cualquiera que me conociera, conocía también a Jinxy y sé que muchos le echaran de menos”, les compartía su dolor a sus seguidores.

Eva ha demostrado ser una amante de los animales, ya que el estrecho vínculo que tiene con sus mascotas quedó patente poco después de su debut en la maternidad.

“Popeye se muere de ganas de conocer a su hermano pequeño, Santiago. No dejamos de mandarle las mantitas del hospital de Santiago para que se acostumbre [a su olor] y Popeye se las lleva siempre a su cama. ¡Es adorable!”, contaba una orgullosa Eva Longoria.