10 consejos para dormir bien en la primera Navidad cuando se es mamá primeriza

Todos celebramos los primeros años de nuestros niños, pero nunca tomamos en cuenta la labor ardua que realiza la madre, sin interrupción, desde que concibe a su hijo desde el vientre materno y continúa hasta el primer año, con sus respectivos desvelos, lo que se convierte en un problema cuando se está por dar la bienvenida a la Navidad. Pero ahora, los especialistas de Pampers nos dan la cura del sueño para que disfrutar de estos momentos con la  familia siguiendo 10 consejos.

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Conciliar el sueño y permanecer dormido son procesos que exigen bajos niveles de estimulación. Para no estimular al bebé, es importante garantizar que él cómodo y que la atmósfera sea adecuada para dormir, así habrás preparado el ambiente para una deliciosa noche de sueño. Es importante comprobar todas las variables para estar seguros de que el bebé tiene todo lo que necesita para dormir bien: si no tiene hambre, si está muy abrigado o no, si la habitación está lo suficientemente oscura y silenciosa.

Crear rutinas es importante para el aprendizaje de tu bebé. Una rutina breve, consistente y realizada todas las noches para ayudarle a calmarse, le muestra al bebé que se acerca la hora de dormir. Así, él puede prepararse para el sueño, física y mentalmente. Antes de poner a tu hijo en la cama, intenta reservar de 20 a 30 minutos para actividades tranquilas y relajantes, realizadas de la misma manera y en el mismo orden, todas las noches.

Muchas veces, los horarios de sueño y vigilia del bebé pueden no adecuarse bien a las necesidades de los padres y a su vida social. Los estándares de sueño y vigilia se ven influenciados por el reloj biológico, una función del cerebro. Ayuda a realinear el reloj biológico del bebé, haciendo que este funcione de acuerdo con los ritmos circadianos naturales.

Muéstrale al bebé la diferencia entre el día y la noche, así le ayudas a saber qué esperar. Los padres pueden reducir los estímulos que mantienen despierto al bebé, mostrándole, mediante sus acciones e interacciones con el pequeño, que existe una diferencia entre lo que hacemos durante el día y lo que hacemos durante la noche.

Enséñale al bebé a relajarse solito para que vuelva a dormir después de una ligera interrupción del sueño. Si el bebé aprende a relajarse y a conciliar el sueño sin ninguna ayuda, es decir, sin necesidad de amamantar, ser arrullado o abrazado, él pasará tranquilamente del sueño activo al sueño tranquilo, iniciando un ciclo más de sueño.

No todas las dificultades del sueño representan problemas: algunas pueden estar asociadas a las etapas del desarrollo, como por ejemplo al nacimiento de los dientes.

No te sientas obligada a alcanzar conquistas importantes. Es necesario ser realista al tratar las cuestiones relacionadas con el sueño del bebé y las estrategias que pueden ser usadas para ayudarle a dormir bien. Cada bebé es único y diferente, y su estándar de sueño también lo es.

Lo mejor es que descanse en la cuna, pero si se sale a la casa de un familiar se recomienda colocar al bebé en una cama de manera que esté cómodo.

Se recomienda no acercarlos directamente con los personajes de la Navidad, sino ir enseñándoles despacio y observar su reacción. 

En el caso que gatee, será muy fácil que se lleve objetos a la boca. Para evitarlo, se necesita vigilar los pasos del bebé para cuidar que cualquier cosa que encuentre en su camino no mlo dañe. 

Wapa, ¡Ten una feliz Navidad!

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