La Spintria es una la controvertida moneda sexual que habrían usado los romanos en situaciones específicas. A simple vista, los antiguos ejemplares parecieran evidenciar diversas posturas elegidas del Kamasutra, ello por lo explícito que puede ser para realizar una correcta práctica sexual sin fallos en el intento.
Su presencia es relacionada a las relaciones extramatrimoniales en la antigua Roma, donde las personas buscaban a las personas que ofrecían un servicio sexual profesional. Al respecto, se deberá tener en cuenta que la búsqueda de terceros respondía a cómo se formaban los compromisos en la época.
De acuerdo con 'Cultura Inquieta', las uniones no respondían al amor o la elección de la pareja, por ende, se presenciaban este tipo de acciones. Lo mencionado se relaciona con los relatos de cronistas como Catón, quien expuso que las personas buscaban a quienes trabajaban en el ámbito sexual para consumar su deseo. Sin embargo, ¿usaron una moneda específica para anunciar su presencia en los burdeles?.
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La moneda Spintria estaba hecha de bronce o latón, además, tenía unos 20 milímetros de diámetro. Su uso genera ciertas dudas entre los expertos y expertas; no obstante, hay quienes lo relacionan en cierta forma a una transacción carnal de dudosa moral.
En un lado de la moneda se podía observar la cantidad o valor, mientras que en el otro una escena sexual parecida a las poses del Kamasutra. Algunos especialistas consideran que las monedas eran utilizadas para pagar a las personas que ofrecían un trabajo sexual.
De este modo, podían observar qué era lo que el hombre buscaba en el acto sin necesidad de comprender el idioma o enlazar una comunicación real entre ambos.
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Sin embargo, otros historiadores e historiadoras aseguran que las fichas eran utilizadas por los proxenetas para cobrar los servicios por adelantado. A pesar de las grandes interpretaciones sobre su uso, la mayoría de las fuentes coinciden en que no era una moneda con la que se pagaba el servicio, ello porque las cantidades ofrecidas no correspondían con lo que solicitaban las profesionales del sexo.