Existen muchas causas por las que la vagina pierde su elasticidad, y no, no siempre es por la cantidad de relaciones sexuales. Entre las causas frecuentes se encuentran: los partos naturales, y el paso de los años en las mujeres.
Actualmente, muchas mujeres sienten dudas, y en algunas ocasiones complejos, por tener una vagina con poca elasticidad. Es por ello que buscar algunas formas de poder estrecharla, pero sin recurrir a cirugías costosas e incómodas.
Muchas mujeres deciden someterse a una intervención llamada vaginoplastia, algo que conlleva riesgos y un desembolso económico.
Pero no es necesario someterse a esta operación, hay formas de recuperar la tonicidad de la vagina. Buscando tener los músculos pélvicos tonificados se conseguirá el objetivo. Pero, además, con ello, se conseguirá que haya más lubricación genital, otra preocupación de muchas mujeres con el paso de los años.
Una de las formas más recomendadas para tonificar y estrechar la vagina es con los conocidos ejercicios de Kegel. Son ejercicios de contracción y relajación y hay que hacer varias repeticiones.
Estos ejercicios pueden ser realizados en la comodidad de nuestro hogar, pero si queremos podemos hacerlos en cualquier lugar. Nadie se dará cuenta de que los estamos realizando.
Para practicar estos ejercicios es necesario notar los músculos del suelo pélvico. Son los que permiten cortar el flujo de orina cuando se está orinando, por ejemplo. Para ejercitar esta zona, hay que apretarlos durante unos 10 segundos y relajarlos durante otros 10 segundos. Es importante ir haciendo repeticiones, alterando el tiempo de presión y de relax.
Hacer sentadillas puede ser una solución estupenda para recuperar la elasticidad de la vagina. Con este conocido ejercicio además de conseguir estrechar y tonificar la vagina, también se tonifican los músculos de las piernas, pantorrillas, cuádriceps, zona del muslo y también ayuda a tener unos glúteos más tonificados.
Wapa, recuerda que tener la vagina ancha no es un gran motivo de preocupación para ninguna mujer, o no debería serlo. Los expertos aseguran que el placer no está definido por el tamaño del pene sino en su firmeza y tonificación, así como en los movimientos que se realicen con él.