Estar enamorados o atraídos hacia una personas nos hace ponernos creativos; sobre todo a la hora de un encuentro íntimo. Por ello, si estás buscando que esa persona especial pase un momento inolvidable contigo a la hora de hacer el amor, debes practicar alguna de estas posiciones sexuales.
Cuando llega el momento de meterse entre las sábanas, pocos son lo suficientemente innovadores y no pasan más allá el misionero, la cucharita o el perrito. Pero no tiene por qué ser así en tu situación. Hay otras posturas sexuales satisfactorias que pueden resultar mejores para que llegues al orgasmo.
Mientras ella está boca arriba, haz que suba las piernas hasta tus hombros. El ángulo de su cuerpo debe ser aproximadamente de 90 grados. El movimiento de las piernas sobre los hombros debe considerarse un elemento básico, ya que permite una penetración vaginal profunda.
Si la versión más básica de esta postura no la hace reaccionar, intenta agarrarle el trasero e inclinar la pelvis hacia arriba. Y recuerda preguntarle cómo le gusta más, ya que un pequeño cambio puede ser la diferencia entre no tener un orgasmo y tenerlo en cuestión de minutos.
Te recomendamos esta postura con la que tendrás que ejercitar tu pelvis. Ella debe acostarse boca arriba, con las piernas apoyadas sobre tus hombros. Tú estarás de rodillas y te deslizarás dentro de ella. Deberás levantarle el trasero con las manos para que encaje adecuadamente en tu pene. Si vais a estar un rato, mejor pon una almohada bajo su coxis, así no tendrás que sujetarla y hará el mismo efecto.
Que ella tenga algo para elevar la pelvis también es bueno para que puedas dejar tus manos libres, con las que podrás tocarle los pechos, el vientre, el clítoris, tocarle el pelo.... Si a ella le gusta que le comas los pies, no dudes en hacerlo, pues los tienes más 'a boca' que nunca.
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¿Es cierto que los primeros centímetros de la entrada vaginal son más sensibles?
Permite mirar a los ojos a la pareja durante el acto. Ver el rostro del acompañante durante la penetración intensifica las sensaciones y amplifica el clímax. La amazona, asimismo, permite a ambos palpar con sus manos el cuerpo desnudo del otro.
¿Cómo se practica? Muy fácil. La mujer se sitúa encima del hombre con las piernas dobladas y con la espalda erguida. Ella controla el ritmo, la intensidad y la profundidad de la penetración, no obstante él puede facilitar el movimiento con la fuerza de sus brazos y con sus caderas. El hombre se acuesta boca arriba, con la espalda apoyada en una superficie horizontal y con las piernas dobladas o estiradas, eso ya a gusto del consumidor.
Esta postura es ideal si no quieres que te oiga nadie más de la casa. Quizá el problema no sea que tu compañero de piso no respeta tu intimidad o que no tienes pestillo, simplemente que tu cama no pasa por las mejores condiciones y hace mucho ruido. Esta postura sexual es, entonces, la idónea para esa clase de situaciones. Abrazados de esta manera tan dulce, como un algodón de azúcar, llegaréis rápido al clímax y sin hacer un alboroto.
Ella debe colocarse sobre él, y ajustarse como si se colocara un cinturón de seguridad. Como la sensación que experimentaréis será muy fuerte justamente por la postura, podéis moveros acompasados y muy lentamente, mirándoos a los ojos para disfrutar de todo lo que estáis sintiendo.
Conocido también como "Truco o trato". Esta posición sexual es ideal para que la mujer llegue al orgasmo. Ella tiene que coger una almohada, colocarla debajo de las caderas y levantar la pelvis. Él debe doblar las rodillas para que ella pueda colocar las piernas sobre sus omóplatos. Pero como una imagen vale más que mil palabras...
El truco de 'El túnel' es sencillo y potencia el placer: mientras recorres con la lengua su clítoris debes usar la mano para "estirar" su abdomen hacia arriba. De esta manera la sensación de placer se incrementará. Ideal para las mujeres que prefieren los movimientos fuertes.