Sin duda, la pandemia llegó a afectar ciertos ámbitos de nuestra vida, entre ellos, nuestra vida sexual. Y es que, aunque exista la COVID-19, durante el éxtasis del placer sexual, y el anhelo por llegar al orgasmo, podemos olvidar las medidas sanitarias y arriesgarnos a contraer el virus. Por ello, te traemos una importante recomendación.
Antes que nada, la comunicación. Si lo que quieres es lograr que ambos lleguéis al clímax, la confianza es la clave. Habla con tu pareja sobre los gustos sexuales y no tengas pudor. Que sepa lo que realmente te gusta para que juntos no tengáis límites.
El 'auriga' es una de las poses sexuales que te permite experimentar un momento de éxtasis extremos no solo a ti, también a tu pareja; por lo que te ayudará a estimular a llegar al orgasmo junto a esa persona.
Es importante que no vayas tan rápido. Deja de creer que llegar al orgasmo trata solo de tocar los pechos y la vagina. El precalentamiento es importante para practicar cualquier postura sexual y así lograr llegar al líbido.
Asegúrate que después de esos juegos previos su vagina esté suficientemente lubricada porque de lo contrario es posible que le hagas daño. No obstante, no significa que esté lista. Fíjate en su lenguaje no verbal y si no estás seguro pregunta.
Ten en cuenta también que las féminas son más emocionales, así que procura que su cabeza esté en sintonía con su cuerpo. La relajación juega un papel muy importante en todo el asunto sexual, así que ponte las pilas si quieres conseguir algo de verdad.
Una vez estéis muy excitados llega la hora de probar la nueva posición. Tú te colocarás de pie detrás y ella se inclinará hacia delante formando un ángulo recto. Sus brazos los pondrá en la espalda y deberás cogerlos como si fuera la biga (el vehículo que iba tirado por caballos). Ahora eres el auriga que debe conducir a la meta de la carrera.
Es una posición que juega a la dominación. Ella está un poco inmóvil porque tú eres quien debe controlar el ritmo de la carrera, pero cuidado, piensa que ella simula al animal que tira de ti y es posible que se rebele. Que seas quien lleva las riendas no significa que ella deba ser sumisa, puede acelerar o pausar el ritmo con sus glúteos. La única regla es que todo sea consentido y placentero.
Te recomendamos esta posición debido a que durante la realización se mantiene una distancia de más de un metro y medio o dos entre las bocas, por lo que te protegerá de arriesgarte a contraer la enfermedad que se contagia a través de moléculas de saliva.