El sexo es una práctica que proporciona varios beneficios a la salud, según estudios científicos. Sin embargo, existen personas que ya sea por un tema de salud u otro motivo, optan por dejar de tener relaciones sexuales. Ante ello, muchos se preguntan qué cambios ocurren en nuestro cuerpo cuando dejamos de lado la actividad sexual por un tiempo largo.
Lo cierto es que durante la cuarentena por la COVID-19, mucho se habló de que la nueva normalidad afectaría la vida sexual de las personas. Ante ello, la revista Men’s Health ha recolectado los posibles efectos secundarios de dejar de tener sexo de un momento a otro.
De acuerdo a un estudio publicado en 2008 en el American Journal of Medicine, los hombres de 50, 60 y 70 años que no eran sexualmente activos tenían más probabilidades de sufrir disfunción eréctil. A su vez, el sexólogo Jesús Rodríguez reveló que en estos tiempos ha empezado a detectar más casos de eyaculación precoz.
"Muchas personas se han visto alteradas psicológicamente por esta situación, afectando a su estado de ánimo y sufriendo ansiedad, lo que se traduce en cambios en el metabolismo de un neurotransmisor fundamental en nuestro sistema nervioso y que a su vez es clave en lo que duramos los hombres en la cama, me refiero a la serotonina o 5-HT”, explica el doctor a 20 Minutos.
Sin sexo puedes llegar a percibir que tu presión arterial aumenta. La ciencia lo dice, pues un estudio en la revista médica Biological Psychology descubrió que las personas que tenían relaciones sexuales constantemente poseían niveles más bajos de presión arterial que los que no. Por ello, si disfrutas de la intimidad, esto contribuye a que la respuesta fisiológica de tu cuerpo sea mejor ante el estrés.
Los especialistas confirman que gracias a los orgasmos, producto de un buen sexo, se liberan endorfinas que ayudan a mejorar el estado de ánimo. Sin embargo, no es sano que uses esto como una medida para combatir el estrés porque, de no lograrlo, tendrás más ansiedad.
Un estudio reciente realizado por el Departamento de Psicología Médica de la Clínica Universitaria de Essen (Alemania) constató que los orgasmos aumentan los niveles de oxitocina y dopamina, componentes químicos que estimulan al sistema inmunológico y lo fortalecen al momento de afrontar amenazas externas como virus.