La práctica del sexo tántrico, cuyo origen es budista, permite que las parejas se conecten entre sí, de una forma más profunda. Ambos se conectan consigo mismo y con la otra persona. Tanto mente como el cuerpo viven el presente al máximo. Como toda práctica sexual, esta también tiene sus propias posiciones que hace que la experiencia sea placentero.
Antes de iniciar con el sexo tántrico es importan que tú y tu pareja se concentren en conseguir la respiración tántrica adecuada. Esto consiste en sentarse uno frente al otro, inhalando y expirando, durante cinco minutos, manteniendo los ojos cerrados.
El siguiente paso es manejar el contacto visual con tu pareja. No sientas temor de mirar al otro fijamente. Esta conexión se logra, sentándose desnudo frente al otro, solo manteniendo la mirada.
Una de las parejas debe ponerse boca abajo y la otra debe trabajar con los chakras. Deben masajear los 7 principales chakras. Primero, empieza por los pies hasta llegar a la cabeza y luego la persona que estaba boca abajo se debe dar la vuelta para que el otro le haga masajes desde la cabeza hasta los pies, es decir al revés. Ambos deben experimentar este masaje; primero el turno de uno, luego del otro.
Después de haber pasado por estas posiciones ambos estarán listos para iniciar con la práctica sexual. El hombre tántrico debe percibir en todos sus sentidos a la mujer. El lado femenino es muy considerado dentro de esta técnica. Su atención debe estar puesta sobre su pareja, además mientras la mujer se va excitando, el hombre también sentirá placer.