Rompe con la rutina de pareja en esta cuarentena con apasionados masajes
Prepara la hora y espacio perfecto para reavivar la llama de la pasión en pareja.
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Los días de cuarentena en casa pueden convertirse en el tiempo ideal para recuperar la pasión perdida en pareja, o quizá la oportunidad de cambiar la rutina. Rompe con lo cotidiano y apuesta por cosas nuevas en beneficio de tu pareja. Seguro que ella o él también buscará lo mismo para ti. No dudes en dar la iniciativa.
El tiempo de encierro y la rutina de ver todos los días a la misma persona en un contexto de angustia que aborda en la gran mayoría de hogares, nos hará caer en la búsqueda de experimentar actividades nuevas en pareja. El principal tip para hacer que la convivencia sea mejor, tiene que ver mucho con los masajes apasionados.
Masajes para tu pareja
Escoge bien el espacio donde realizarás los masajes. Que sea un lugar de calma y tranquilidad. Puedes agregarle adornos, velas aromáticas, música relajante e inciensos. Despierta tu creatividad y reúne todos los elementos que consideres necesarios para que tu pareja ingrese a un mundo de relajación y erotismo.
Recuerda usar en tus manos cremas aromáticas. En el caso del cuerpo de tu pareja debe estar con aceite. Esto permitirá que tus manos se deslicen sobre ella con toda la facilidad del mundo.
Tipos de masajes
Cuando creas que es el momento, puedes probar por el masaje tántrico (proveniente de la India), el cual consiste en masajear las zonas íntimas de tu pareja, sin llegar a la masturbación.
El masaje francés: esto implica pasar la lengua por el cuerpo de tu pareja, acompañado de besos. Sin embargo, aquí se pueden cambiar los roles. Por un rato tú y luego él.
También puedes usar el masaje ligado al arte; "masaje artístico", el cual incluye dibujar con pintura la piel de tu pareja. Usa pintura corporal para evitar daños en la piel. Tómate entre 30 a 40 minutos para hacer cualquier masaje. Luego establece una retroalimentación para conocer qué es lo que le agradó o que no. Es importante que ambos tengan la confianza necesaria para contarse lo que deseen, sienten o piensen.