Si tener un orgasmo es delicioso, imagínate llegar al orgasmo múltiple. No te prives y alcanza el éxtasis máximo que deseamos, aunque no sea del deleite de todas, ya que solo alrededor del 47% de mujeres informan haber experimentado más de un orgasmo consecutivo, según un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Indiana y el Instituto Kinsey.
Hay muchas formas de llegar a la cúspide de placer repetidas veces, y los expertos lo saben. Una de ellas es la masturbación, pues así lograrás saber que es lo mejor para tu cuerpo, además de acostumbrar a tu cuerpo a la sensación de orgasmo una y otra vez.
Aunque esta es una gran alternativa para lograr tu cometido, no es la única. A continuación, te enseñaremos cinco poses sexuales para llegar al orgasmo múltiple.
Esta pose es fácil de realizar en pareja. Tu acompañante se deberá acostar boca arriba mientras tú te acomodas encima de su rostro para que tu clítoris y su boca estén alineados. Apóyate en tus manos y ajusta tus caderas para ayudarlo a alcanzar el lugar perfecto con su lengua.
En esta postura sexual necesitaras el apoyo de un cojín. Puesto que colocarás la almohada entre tus piernas mientras tú te posas en tus cuatros extremidades y tu pareja se coloca detrás de ti. El placer estará en empujar hacia atrás a tu acompañante para lograr una penetración más profunda, a la vez que la almohada roza tu clítoris.
Un buen sexo oral producirá una seguidilla de orgasmos en ti. En esta ocasión te deberás sentar al borde de la cama para que tu pareja pueda arrodillarse y ponerse a trabajar a placer. Esto funciona a la perfección si se comienza con movimientos suaves de lengua en el clítoris, dibujando una V por todo tu ser. Para aumentar intensidad, puedes deslizar tus dedos dentro de ti, mientas continúan con la atención oral.
Una posición sentada, como lo es esta, se convierte en tu mejor amigo tras experimentar un orgasmo. Siéntate en el regazo de tu pareja dándole la espalda y frota tus senos. A medida que te muevas des pequeños brincos sobre este volverás a sentir el placer entre tus piernas.
Acuéstate de lado con una almohada debajo de la cabeza. Que él se arrodille junto a tu trasero, una rodilla entre tus piernas, por lo que está sobre la parte inferior de tu pierna y la parte superior de tu pierna pasa sobre su muslo. Ángulo perfecto para enfocar la estimulación en el punto G.