Conocer tus zonas erógenas, es decir, aquellas partes de tu cuerpo que al ser estimuladas a través de besos, caricias u otro tipo de contacto físico producen excitación sexual; es muy importante para descubrir nuevas formas de sentir placer.
Aunque en la práctica cualquier parte del cuerpo puede ser una zona erógena ya que cada una de nosotras tiene sus propios gustos, preferencias y sensibilidad, existen ciertas zonas corporales que tienen mayor cantidad de terminaciones nerviosas y, por ende, son más sensibles al tacto.
Obviamente los órganos genitales como la vulva y el clítoris son por excelencia zonas erógenas, pero esta vez me ocuparé de otra parte del cuerpo: los senos, sobre todo los pezones, porque son una de las zonas erógenas femeninas más sensibles.
Si quieres descubrir o diversificar tu placer, ya sea a solas o en compañía, es esencial que conozcas cómo estimular sexualmente tus senos. A través de estos 3 pasos podrás gozar de tu propio cuerpo y tal vez hasta llegues al orgasmo mientras acaricias o acarician tus pezones.
Como ya expliqué líneas arriba, en cuanto a los senos son los pezones la parte más sensible de ellos debido a que poseen una gran cantidad de terminaciones nerviosas. Pero eso no significa que tengas que ir directo a los pezones al momento de estimular los senos.
Puedes comenzar masajeando suavemente el contorno de tus senos de forma circular, y poco a poco, luego de llegar a la aureola, ir acercándote al pezón.
Una vez que has llegado a los pezones, puedes comenzar a acariciarlos con las yemas de los dedos, luego de haber humedecido éstos últimos con tu lengua.
Los movimientos verticales en el pezón o circulares alrededor de él pueden ser una buena manera de comenzar a excitarte tanto si estás a solas como en compañía. Pero la estimulación oral es lo ideal para excitarte aún más.
Indícale a tu pareja que realice movimientos circulares con su lengua alrededor del pezón. Puede besar, lamer, chupar, pellizcar suavemente e incluso colocar sus dientes alrededor del pezón pero siempre debe hacerlo con mucha delicadeza.
Tú debes indicarle el ritmo y la presión que tu pareja debe usar, de acuerdo a lo que te resulte más placentero. Pero no es necesario hacerlo todo con prisa, lo ideal es que la otra persona se tome un tiempo largo para besar, lamer y chupar tus pezones hasta que estos se hayan erectado y tu vulva se haya lubricado o hasta que sientas que tengas un orgasmo.
Hay que tener en cuenta que existe una relación entre el clítoris y los pezones, ya que la parte del cerebro que se activa con la estimulación del clítoris es la misma que se activa con la de los pezones, por lo tanto estimular los pezones no sólo contribuye a tu placer sino que puede hacerte llegar al orgasmo.
Si quieres probar otras formas de estimulación puedes recurrir a objetos como plumas, seda o cubitos de hielo, deslízalos delicadamente sobre los pezones, siempre son mucho cuidado.
También puedes emplear lubricante sobre tus senos para facilitar el masaje y las caricias. Otra opción es usar algún juguete sexual propicio como los vibradores tipo bala, hechos para estimular el glande del clítoris.
Sea cual sea la manera que elijas para estimular tus senos y tus pezones, estoy segura que vas a disfrutar mucho explorando esta zona erógena de tu cuerpo.