Sabemos que existen alimentos que potencian la actividad sexual y que estas sean sumamente intensas. Pues, la comida y el sexo siempre han sido una buena combinación, es más se dice que por el estómago podemos conquistar a nuestro ser amado.
Así que si deseas aumentar la libido en tu relación, puedes crear el ambiente propicio para que tener una noche de degustación no solo sexual sino culinaria.
En su libro “Sexo…¿y ahora qué hago?”, la sexóloga Alessandra Rampolla menciona cuáles son los alimentos que tradicionalmente se han catalogado como afrodisiacos. ¡Echa un vistazo!
- Espárrago: por su forma fálica.
- Almendras: símbolo de fertilidad a través de los tiempos. Se dice que aroma induce pasión en la mujer.
- Plátano: el banano, además de tener forma fálica, está íntimamente relacionado con nuestra cultura culinario, lo que lo convierte en uno de los alimentos afrodisiacos más populares. Asimismo, este fruto son ricos en potasio y vitamina B, sustancias necesarias para la producción de hormonas sexuales.
- Palta: los aztecas llamaban “Ahuacuatl” al árbol de aguate, lo que literalmente quiere decir “árbol de testículo”. Sus frutos, dispuestos generalmente en pares, se asemejan a los testículos masculinos.
- Albahaca: se dice que estimula el deseo sexual y que aumenta la fertilidad.
- Higo: al partir por la mitad el higo da la perspectiva a los genitales femeninos, por lo que tradicionalmente se ha considerado un estimulante sexual.
- Mostaza: la creencia es que estimula glándulas sexuales y aumenta el deseo.
- Nuez moscada: las mujeres de la China atesoran esta especie como fuertemente afrodisiaca. En grandes cantidades, se cree que la nuez moscada produce efectos alucinógenos.
- Ostras: las ostras fueron documentadas como un alimento afrodisiaco por los romanos en el segundo siglo a. de C. El hecho de ser muy nutritivas y ricas en proteínas seguramente ayudó a dicha clasificación. Por otra parte, también se asocia con la forma genital femenina.
- Trufas: los griegos y los romanos entendían que su aroma almizcleño estimulaba y sensibilizaba la piel al tacto.