Cargando...
24 Oct 2019 | 12:03 h

¿Por qué las mujeres fingen orgasmos?

Fingir orgasmos es una práctica común en las mujeres pero, ¿a qué se debe que ellas simulen sentir placer?

Únete al canal de Whatsapp de Wapa

    wapa.pe

    Que levante la mano la mujer que no ha fingido un orgasmo alguna vez en su vida. Sí, todas lo hemos hecho alguna vez ya sea con alguien que recién conocíamos o con nuestra pareja de varios años.

    Fingir orgasmos es una “estrategia” que muchas mujeres utilizan en diversos casos; pero sobre todo para hacerle creer a su acompañante sexual que han llegado a la cumbre del placer sexual y así poder dejar de realizar alguna postura sexual que les resulta incómoda o insatisfactoria.

    Pero, ¿por qué nos sentimos obligadas a simular placer? ¿Cuáles son las consecuencias de esta conducta femenina? ¿Por qué elegimos fingir orgasmos en vez de enseñarle a la otra persona cómo nos gusta ser estimuladas y acariciadas para llegar al clímax?

    Complacer vs. con placer

    La clásica escena de la película Cuando Harry conoció a Sally en la que Meg Ryan finge un orgasmo de manera magistral ante la atenta mirada de los comensales del restaurante en el que se encuentra refleja muy bien la facilidad con que las mujeres fingimos orgasmos. Pero, ¿por qué lo hacemos?

    A lo largo de nuestra vida, desde nuestra niñez hasta nuestra adultez, las mujeres somos educadas para complacer a los demás. De esa manera aprendemos a poner las necesidades de otras personas —sean nuestros padres, nuestras parejas o nuestros hijos— muy por encima de nuestras propias necesidades.

    Hemos sido criadas para ser las cuidadoras de las personas más pequeñas en casa y también de las más mayores, por lo que lo más usual es que la práctica del autocuidado —que consiste en realizar actividades dirigidas a conservar la salud física, mental y emocional propias— sea algo extraño o inexistente en nuestras vidas.

    El campo sexual no es la excepción, pues allí también se replica esta típica actitud femenina sobre todo cuando hablamos de encuentros sexuales heterosexuales.  Las mujeres fingen orgasmos en diversas situaciones para hacerle creer a su acompañante que han llegado a la cumbre del placer sexual y así poder dejar de realizar alguna postura sexual que les resulta incómoda o insatisfactoria.

    En lugar de expresar que tal o cual pose no les resulta agradable o que no se está empleando la técnica adecuada para realizar determinada práctica como el sexo oral, por ejemplo, las mujeres eligen callar y fingir el orgasmo para ponerle fin a situaciones como esas. Para ellas simular haber alcanzado la cumbre sexual es la mejor opción para no herir el (frágil) ego masculino.

    Sin embargo, lo más recomendable tanto en el sexo como en cualquier otro ámbito de tu vida es que hagas las cosas con placer y no por complacer. Porque las consecuencias de ese silencio repercuten en la calidad de tu vida sexual y evitan que desarrolles la seguridad en ti misma que necesitas para expresar tus deseos, lo que implica decir lo que te gusta y lo que no.

    La mejor manera de comunicar tus deseos es hacerlo de forma asertiva, es decir, expresando lo que sientes y lo que piensas honesta, directa y respetuosamente, sin ánimos de reclamar o herir a la otra persona. El objetivo es que le quede claro que te gustaría intentar guiarlo para que aprenda a estimularte y acariciarte de la manera adecuada, que no es otra que la que resulta excitante para ti.

    Sandra Campó es escritora y educadora sexual.  Autora del libro HOY TENGO GANAS DE MÍ: 7 historias de masturbación femenina y creadora del blog SASÁ. Desde 2015 realiza talleres de educación sexual para mujeres en diversos espacios de Lima.