Mientras abundan los artículos sobre los beneficios que el semen tiene sobre la piel de las mujeres, poco o nada se dice sobre las propiedades nutritivas y regeneradoras de la sangre menstrual.
Sí, aunque parezca increíble: el sangrado de tu regla no es un desecho que debas tirar a la basura sino que es un sustancia que puede servir para cuidar la piel de tu rostro, para regar tus plantas y para crear obras de arte.
Tal como ocurre con otros temas relacionados al sexo en general y a la sexualidad femenina en particular, la regla sigue siendo un tema tabú tanto para la sociedad que la observa con asco como para las mujeres que viven la menstruación como una maldición.
Felizmente en las últimas décadas, ginecólogas como Christiane Northrup y escritoras como Miranda Gray, autora de Luna roja, han comenzado a investigar y difundir información sobre el ciclo menstrual.
Este nuevo saber sobre la menstruación se ha ido expandiendo en Europa y ha llegado hasta Latinoamérica, en donde poco a poco van surgiendo cada vez más talleres en los que se les explica a las mujeres en qué consiste el ciclo menstrual, cuáles son las fases que lo componen y qué cambios a nivel mental, corporal y emocional atraviesan las mujeres a lo largo del mes.
El ciclo menstrual posee cuatro fases: menstrual, preovulatoria, ovulatoria y premenstrual. Es en la fase menstrual en donde experimentamos el sangrado, que suele ser visto como algo sucio que debemos evitar que manche nuestra ropa.
Por si fuera poco, también mantenemos un silencio sepulcral en torno a los días en que menstruamos, si hablamos de la regla lo hacemos en susurros con otras mujeres como si menstruar fuese algo vergonzoso de lo que nadie debe enterarse.
Este secretismo y esta vergüenza en torno a nuestra regla es producto de la ignorancia en la que vivimos inmersas las mujeres sobre cómo funciona nuestro cuerpo y los procesos naturales propios de nuestra sexualidad.
Cada mes nuestro cuerpo se prepara para una posible fecundación, para lo cual el endometrio, que es una mucosa que reviste internamente el útero, se comienza a engrosar con la finalidad de nutrir al embrión durante sus primeros momentos de vida. Si el óvulo no es fecundado, este revestimiento engrosado compuesto de nutrientes se cae en forma de sangrado menstrual.
La sangre menstrual está compuesta de células madre, las cuales sirven para regenerar y reparar tejidos y órganos enfermos. Por eso se puede usar de diversas maneras tanto con fines cosméticos como con fines fertilizantes y artísticos.
Abono para tus plantas
La sangre menstrual puede servir como abono o fertilizante para tus plantas. Sólo tienes que recoger tu sangre en tu copa menstrual o en algún recipiente, mezclarla con un poco de agua y echarla sobre tu jardín o tus macetas.
Debido a que la sangre menstrual contiene tres macronutrientes de las plantas como son el nitrógeno, el fósforo y el potasio, su uso como abono o fertilizante hará que tus plantas re revitalicen y crezcan más fuertes que nunca.
Mascarilla para tu cabello y loción para tu piel
Si quieres que tu cabello esté hidratado, con volumen y brillo tienes que repetir el mismo proceso de recolección de tu sangre menstrual: recógela en tu copa menstrual o en algún recipiente y mézclala con agua.
Luego lávate el cabello con esa mezcla como lo harías con cualquier shampoo, déjala reposar 5 minutos y enjuágate.
En el caso de tu piel, usa la sangre mezclada con agua como una loción sobre tu rostro, con lo cual le brindarás nutrición al mismo tiempo que regenerarás tu cutis.
Arte menstrual
Otra manera novedosa y divertida de usar tu sangre menstrual es para realizar pinturas con ella. Puedes mezclar tu sangre con agua o usarla directamente en tus dedos o en un pincel para dibujar lo que desees.
Si quieres buscar inspiración para pintar, busca arte menstrual en Google y encontrarás diversas imágenes de pinturas y autorretratos hechos por mujeres que saben que la sangre menstrual puede ser una nutritiva fuente de creatividad.
Sandra Campó es escritora y educadora sexual. Autora del libro HOY TENGO GANAS DE MÍ: 7 historias de masturbación femenina y creadora del blog SASÁ. Desde 2015 realiza talleres de educación sexual para mujeres en diversos espacios de Lima.