Es cierto que cuando besamos a alguien, lo primero que sucede es que cerramos los ojos para lograr conectar con la otra persona. Sin embargo, hay quienes no lo hacen y eso hace que tengamos muchas preguntas en la cabeza hasta descubrir el por qué de esta acción.
¿No le gustó el beso?, ¿no lo disfrutó?, ¿no le gusto yo?, son algunas de las interrogantes que podemos llegar a tener, pero existen algunas explicaciones por la que algunas personas terminan besando con los ojos abiertos.
Es sencillo, cuando cerramos los ojos toda nuestra atención se va a una sola función del cuerpo, que en este caso es el beso, así que si tiene los ojos abiertos, la atención no está por completo en ese acto y no es que no te quiera o no le interese besarte.
Para explicarlo mejor es que, muchos de los que besan con los ojos abiertos quieren tener el control, pero no solo de sus sentimientos o emociones, sino que desean prolongar el encuentro o el momento.
Otra razón por la que lo hacen es que le encanta mirarte, por lo que incluso durante el beso no quiere perderse de ver cada uno de tus gestos. Por el contrario, si están comenzando a salir y esa persona prefiere tener los ojos abiertos, pues en definitiva está poniéndote una distancia, tómalo en cuenta.