Indira Huilca es una de las políticas peruanas que más está presente en el camino de la lucha hacia la igualdad de género y en una fecha como hoy, 25 de noviembre, en donde se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, ella realizó un reclamo.
Para la socióloga es importante que se haga notar con mayor eéfasis que, hoy en día, las mujeres y diversidades no solo somos víctimas del machismo, sino también del fascismo.
A través de su columna en el diario La República, Indira resaltó que el lema que se eligió en el Perú este año, “¡Nuestras voces contra el machismo y el fascismo!”, es “para señalar de manera radical dos fuentes de las violencias que experimentamos las mujeres y diversidades”.
“Machismo encontramos en todos los ámbitos —el hogar, el trabajo, la política, etc.—, como reflejo de los valores patriarcales que persisten en la sociedad peruana. En cuanto al fascismo, si bien es un término más asociado a la política de masas de inicios del siglo XX, su uso hoy responde a la necesidad de denunciar en voz alta el avance del violento extremismo de derecha en el país”, escribió.
“Y es que es innegable la presencia de corrientes políticas y confesionales que se oponen a la igualdad y boicotean la democracia en sus intentos de negar la ciudadanía plena de las mujeres y su derecho a vivir sin violencias. La agenda de estos grupos está perfectamente alineada contra los derechos de las mujeres, buscando cortar avances o revertirlos: se oponen al enfoque de igualdad de género en la educación, a la educación sexual integral, a la distribución del anticonceptivo oral de emergencia y a la interrupción del embarazo en casos de violencia sexual (¡incluso cuando se trata de niñas y adolescentes!). Es decir, se oponen a que las mujeres tengan los medios para identificar la violencia sexual y para lograr su autonomía”, subrayó la política de izquierda.
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Huilca, también recalca que este tipo de grupos tienen representantes en el Congreso, lo cual les da el poder para “vendarse los ojos” y no sancionar el acoso político que sufren las mujeres, una forma de violencia muy común.
“Aunque siempre se han opuesto a legislar sobre estos asuntos, en el último tiempo han optado por la hipocresía y de pronto aparecen denunciando la falta de mujeres en el gabinete o los insultos sexistas contra congresistas, entre otros hechos que antes no solo dejaban pasar, sino que alentaban, en consonancia con su misoginia”, agregó.
Además, explica que para los machistas y fascistas los avances, en derechos, que han logrado las mujeres son una aversión y están en contra escudándose en el discurso de la protección de la familia y de la niñez.
“Dos conjuntos en los que las necesidades de las mujeres se disuelven, las violencias se “perdonan” y el aporte económico del trabajo de cuidados (cocinar, limpiar, lavar, atender el hogar) se vuelve invisible, pues para los machismos y fascismos este es el “rol natural” de nosotras las mujeres”.
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Y destacó que en esta fecha es muy importante visibilizar todos los tipos de violencia que sufren los sectores más vulnerables.
“La desvalorización del trabajo doméstico, la doble o triple jornada laboral, la precarización del trabajo femenino, todo ello es violencia y afecta a las más vulnerables. Dejemos a los machos de la política en su discusión sobre “caviarismo” o “fujicerronismo”, términos que reflejan su pobreza de horizontes y su lejanía frente a los intereses de las mujeres. Nuestra tarea es construir un movimiento contra la violencia patriarcal y ello no será posible sin una revolución de los cuidados”, finalizó.
Aquí puedes leer la columna completa escrita por Indira Huilca.