12 razones por las que tú y tus primas serán amigas inseparables

Algo que une más que la sangre es la amistad y para muestra un botón. ¿Quién no ha tenido una prima con la que ha jugado, ha sido cómplice de sus travesuras y desventuras durante gran parte de su vida? Para muchas la presencia de estos seres se convierte en algo más que una simple amistad, incluso se podría decir que estas representan un apoyo incondicional a lo largo de su existencia. Por eso y mucho más te brindamos 12 motivos que hacen que tú y tus primas siempre serán amigas inseparables.

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Nadie podrá negarlo - antes de conocer a tus innumerables amigas - fuiste víctima de tus tías que en su afán de que afianzar el vínculo familiar, te hacían jugar con sus hijas desde que prácticamente eras un bebé. No importa si no supieses hablar, el primer contacto con una amiga, fue con tu prima. 

Las primeras travesuras, los amores de verano, los chicos que te gustaban y la gente que te odiaba eran cosas que tu prima sabía al revés y derecho. Bastaba con decir un sobrenombre para identificar a la persona o hecho en particular al cual se referían. Y es que los códigos siempre estuvieron presentes entre ustedes.

Aunque gran parte de tu vida a lado de tu prima fueron momentos agradables, para nadie es un secreto que cuando se peleaban las discusiones eran devastadoras. Era el momento en que muchas veces los padres tenían que intervenir para que finalmente puedan tener una buena reconciliación.

Aunque hayas tenido hermanos, el vínculo de amistad existente entre tú y tus primas hicieron que pudieses mostrar lo mejor de ti. En ese sentido tus primeros actos de bondad quizás fueron con ellas, al prestar tus primeros juguetes, ropa y más adelante hasta maquillaje.

Una de las ventajas que era tener a una prima como amiga era poderla ver siempre en aquellas salidas que tenías con tus padres, aquellas en las que sabías que te morirías de aburrimiento. Felizmente contabas con la presencia de tu prima para poder divertirte y conocer más lugares... y por supuesto agradables chicos.

Era la fiesta de la abuela y todo su círculo social era menos que divertido, pero tenías que asistir con toda tu familia. Si no te contaban que tu querida prima asistiría, durante todo el camino cruzabas los dedos para poder estar con ella en ese momento de reencuentro familiar.

Tus padres se quedaban tranquilos al saber que si salías irías acompañada de una de tus primas, a la cual siempre la consideraban como una persona responsable e incapaz de dejarte sola y con algún desconocido. 

Ya sea en salidas con amigos, en la escuela o en la universidad, ellas siempre estaban presentes para demostrar que no estabas sola y se encargaban de escudriñar a quienes les parecían chicos sospechosos. Por cierto, ellas también daban el visto bueno para que pudieses tener un novio nuevo.

El estar cerca de la familia las hacía especial. Entendían cada problema que ocurría y te podían brindar acertados consejos debido a que conocían a los involucrados. 

Debido a que crecieron y aprendieron juntas se podría decir que son ellas quienes nos conocen más que incluso nuestras más cercanas amigas. Por supuesto que esto no se les contaremos, ni a ellas ni a nuestras amigas. Evitemos los celos.

Ellas forman parte de un recuerdo muy hermoso de nuestra infancia. Los juegos, las risas, las complicidades y las primeras salidas con chicos, son algo que siempre estará presente en nuestra mente y que nos ayuda a recordar que tuvimos una linda infancia y adolescencia.

Ya sea que ella es mayor o menor que tú no podemos negar que son nuestras almas gemelas y si se trata de pensar en quién nos podrá entender mejor, quién más que ellas.

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